Diversas entidades propalestinas han solicitado que Rosalía se una al movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra Israel. La petición llega después de que el diseñador Miguel Adrover decidiera no colaborar con la cantante de Sant Esteve Sesrovires por la falta de posicionamiento público de la artista catalana ante la situación de la Franja de Gaza, una crítica a la que Rosalía respondió. Ahora, tras estos hechos, Prou Complicitat amb Israel y la Comunidad Palestina de Cataluña han instado a la cantante a «tomar partido ante el genocidio contra el pueblo palestino» y que se una al BDS, un movimiento que busca presionar al estado de Israel para lograr que cesen las operaciones en la Franja de Gaza y el resto de países dejen de invertir dinero o proporcionarle armamento.

Tal como recoge la ACN, las entidades propalestinas piden que Rosalía haga el papel de altavoz de la causa palestina y la campaña «por un embargo militar integral a Israel y la ruptura de todas las relaciones con el estado genocida y sionista». «Te pedimos que te comprometas con el boicot a Israel y te adhieras públicamente al llamado palestino del movimiento global del BDS», le solicitan. Le han recordado que fue a la Comunidad Valenciana para repartir comida a los afectados de la gota fría del pasado otoño con World Central Kitchen, una organización que también ha trabajado en la Franja de Gaza hasta que abandonó el trabajo por la muerte de algunos trabajadores por ataques del ejército israelí. «Hacían exactamente lo mismo que tú en Valencia: repartir comida», señalan las entidades.

Las entidades propalestinas se dirigen de forma directa a la cantante y le piden algo en concreto: «Usa tu altavoz por Palestina». De hecho, señalan que el silencio de las personas con «gran resonancia pública» es lo que permite que Israel «continúe cometiendo estos crímenes con impunidad y complicidad». «Posicionarse puede conllevar riesgos, pero las causas justas requieren coraje. Lo que está pasando en Palestina no es una guerra entre iguales ni una catástrofe natural: es un genocidio, reconocido por organismos internacionales y expertas en derechos humanos. Es una limpieza étnica contra el pueblo palestino», sentencian las entidades propalestinas.

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