Nacho Palau ha perdido toda esperanza. El ex de Miguel Bosé ha recaído en el cáncer de pulmón que parecía que había superado, una mala noticia que lo tiene hundido porque el pronóstico no es bueno. A sus 51 años, el futuro es incierto para el escultor valenciano con quien el cantante mantuvo una relación durante más de dos décadas. Esta noche concederá la primera entrevista hablando del tema en
Un año después de ser diagnosticado con esta enfermedad, recae: «Este verano me han vuelto a diagnosticar cáncer. Llega un momento en el que dices basta. No puedo más, de esta no salgo… para qué». En la primera batalla, casi pierde la voz por culpa del tumor que le encontraron en el pulmón. Llegó a confesar que las secuelas habían sido duras, con una pérdida de peso importante: «Perdí muchísimo peso y estaba muy flojo».
En la última intervención televisiva había explicado, de hecho, que tenía la garganta sumamente inflamada y que estaba intentando recuperar una de las cuerdas vocales: «Es difícil y lo pasas mal, ya que sientes impotencia y te da rabia ver que todo el mundo que intenta ayudarte en realidad está sufriendo. Esta enfermedad es muy dura para el enfermo y para la gente de su alrededor, que lo pasa mal de verte tan estropeado, con dolor y siempre en el hospital».

Nacho Palau cambia el discurso y ahora carga contra Miguel Bosé
En un momento dado, habría llegado a perder las ganas de continuar luchando. Ahora, sin embargo, lo tiene que volver a hacer porque tiene dos hijos a su cargo: «Quiero que tengan su padre porque todavía tienen muchas cosas a aprender de mí». Le gustaría que la custodia pasara a Miguel Bosé en caso de que él perdiera la batalla, ya que sería una manera que los cuatro hijos volvieran a hacer vida de hermanos.
Sin embargo, ahora mismo las cosas no están mucho bien entre ellos: «Si yo faltara, mi voluntad era que los cuatro hermanos estuvieran con él. Ahora no lo tengo tan claro porque él hace lo que le da la gana. No te puedes fiar de Miguel Bosé, es muy manipulador y no respeta nada. Recuerdo que me dijeron que tuviera cuidado y que no entrara en su vida, pero lo hice», prosigue.

Reconoce estar muy afectado por este segundo diagnóstico, pero tiene claro que continuará luchando: «Ha sido un guantazo, pero tengo que hacerlo por mis hijos«. Esta noche, más declaraciones de un hombre en un estado anímico bajo.