Kiko Rivera nunca ha ocultado que ha derrochado mucho dinero en noches de fiesta y desenfreno. Drogadicto durante mucho tiempo, el hijo de Isabel Pantoja se ha gastado prácticamente toda la herencia que le dejó el padre en ocio, bebida y discotecas. Ahora ha explicado más cosas al respeto en una entrevista muy sincera en el pódcast de Marina Rivers. ¿Qué ha añadido a lo que ya se sabía? Que vivió una época muy complicada, pero con cada vez más dinero: «Tenía cero euros en el banco hasta que, de repente, vi que empezaba a ganar muchísimos. Me he gastado ocho millones de euros en mala vida. Me he gastado mucho dinero en fiesta, drogas y todo lo que entra en este círculo vicioso».
También ha hablado sobre la familia, cuando ha vuelto a insistir en qué ser hijo de dos famosos no es fácil: «Tienes que demostrar más que los otros y siempre me ha costado mucho. De mí han dicho que soy un flujo y que no trabajo, siempre me ha costado mucho esto. Habría preferido que mi familia fuera anónima. ¡Mi nacimiento se comentó en el telediario! Estaba tan habituado a esto, que también vendí los nacimientos de mis hijos. Ahora me he dado cuenta de que tienen que ser ellos quienes deciden qué quieren hacer, aunque sean nietos de Isabel Pantoja», espeta.
El DJ se fue de casa a los 18 años, enfadado con la madre porque creía que lo sobreprotegía. Ahora que es él quien tiene hijos pequeños perseguidos por la prensa, se da cuenta por qué lo hizo: «Ella no me dejaba salir y no entendía por qué. Hoy puedo llegar a entender que era porque le daba miedo que me pasara algo para ser su hijo».

¿Cómo se encuentra Kiko Rivera después de los problemas de salud?
De Kiko Rivera se ha hablado últimamente por los problemas de salud que ha arrastrado. El 2022 sufrió un ictus, lo que se suma a los problemas cardíacos y de gota que tiene desde hace tiempo. ¿Qué recuerda del momento de su ingreso? En aquel momento, se bloqueó media cara y llegó a tener mucho miedo porque se podía haber temido por su vida: «Allá mi vida dio un buelco. A partir de ahí pude centrarme más en mi faceta de músico, ya que hasta entonces el Kiko personaje estaba por sobre siempre».
«Si no fuera por mi mujer, yo ahora mismo estaría muerto porque tenía muy mala vida», añade en otra declaración de amor hacia la chica que ha conseguido que abandone las drogas y que deje de derrochar el dinero en noches de fiesta que solo le causan cosas malas.