Íñigo Onieva y Tamara Falcó continúan explotando su boda. La revista
Lo primero que ha hecho es relatar como se gestó la reconciliación después de los cuernos: «Cuando nos vimos después de la publicación del video supe que continuaba enamorada de mí. Me di cuenta que Tamara era mi prioridad y que no interpondría nada a ella, que se convertiría en el centro de mi vida. Nadie en mi entorno tenía esperanzas y yo tenía pocas, pero no quería dejar de intentarlo porque no la quería perder». A Tamara le dijeron de todo por perdonarlo y él cree que con este gesto ha estado «muy valiente y generosa«.
Por primera vez, explica que Isabel Preysler tuvo un papel destacado: «Cuando me reconcilié con Tamara, envié una carta a Isabel. Ella es muy respetuosa y bien es verdad que está alineada con su hija. Si Tamara ha decidido dar una oportunidad a nuestra relación, la madre le ha respetado. Lo que más le importa a una madre es la felicidad de sus hijos».

Íñigo Onieva habla de la futura paternidad con Tamara Falcó
«Yo también siento que esta boda es el triunfo del amor, no lo tengo interiorizado. No estamos hablando solo del legado del padre de Tamara. El título no es una cosa que te pertenece, sino algo que tú custodias. Verla tan guapa ha sido caer al suelo, con el vestido y la música y el corazón… Había una solemnidad y una belleza espectacular en este momento. Tamara es pura luz, pura bondad. Es mágica y generosa, no tiene ningún tipo de maldad», ha añadido.

De mano de su pareja, se ha reencontrado con su fe: «Siempre ha estado creyendo y toda mi vida he rezado por las noches. Tamara me ha acercado más a la parte espiritual, que es muy importante en su vida. Ella tiene la convicción que la religión y Dios dan la plena felicidad y me está dejando también por estas guías de Tamara». También le han preguntado sobre una hipotética paternidad: «Cuando Dios nos bendiga con esto. Después de habernos casado, lo que nos hace ilusión es tener hijos. Pero cuando vengan…».