Inés Arrimadas y Xavier Cima han puesto fin a su matrimonio después de diez años juntos. Han pasado seis años desde la boda y, en este tiempo, han sido padres de dos hijos de nombres catalanes. Parecía que habían dejado de banda las diferencias ideológicas y que formaban una pareja estable, pero finalmente han acabado separando sus caminos. Los medios de comunicación se han enterado dos meses después de que comunicaran esta decisión a la familia, una información que ha venido acompañada de más cotilleos sobre sus problemas conyugales.
Parece que la antigua líder de Ciudadanos y el expolítico de Convergencia atravesaban una fuerte crisis desde hacía tiempo, la que habían intentado solucionar con un cambio de ciudad. La pasada primavera se trasladaron a Jerez para intentar salvar la relación, pero los problemas han acabado siendo demasiado grandes y ni siquiera con esto lo han arreglado. La idea de este traslado era poder tener a la familia de Arrimadas más cerca para que les pudieran ayudar con los niños y, así, tener más tiempo libre para poder dedicarse a ellos mismos después de mucho de tiempo sin hacerlo. La cosa no fue bien y ella decidió abandonar la política poco después. Pues ni siquiera tener más tiempo libre les ha acabado de funcionar.
Inés Arrimadas, con una oferta de trabajo interesante encima de la mesa
Inés Arrimadas ha estado sin trabajo una buena temporada, lo que no habría ayudado. Ahora, sin embargo, está preparada para iniciar una buena vida como mujer divorciada. Explican que ha tenido muchas ofertas de trabajo y que, finalmente, se ha decantado por una muy buena: «El próximo mes de enero empezará a trabajar para una empresa multinacional muy conocida». Continuará viviendo en Jerez, ciudad que Xavier Cima no abandonará de momento porque quiere mantenerse cerca de los dos hijos que tienen en común.
La expolítica sabe que no será fácil iniciar toda una nueva vida sin el apoyo de quien ha sido su pareja la última década. Sin embargo, sus amigos están contentos porque Arrimadas se habría dado cuenta de que tenían razón cuando le decían que se había olvidado a sí misma. Cuando se trasladaron a Jerez, algunos dijeron públicamente que confiaban que el cambio de ciudad le ayudara: «Ella quiere dedicarse a los suyos, pero tendría que dedicarse a sí misma también», decían.
Ahora que está soltera y con ganas de planes nuevos, podría empezar a hacerlo. De hecho, otras personas aseguran a
