Gisela ha sido madre de su primer hijo, un niño muy deseado a quien ha llamado Indiana. El proceso hasta aquí no ha sido fácil, teniendo en cuenta que ha tardado cinco años en quedarse embarazada y que, por el camino, ha tenido dos abortos. Ahora que todo ha salido bien y ya se encuentra en casa con el bebé, ha concedido una entrevista a la revista
Muy y muy feliz, reconoce que todavía no se cree haber cumplido este sueño: «Ha sido una cosa tan esperada, tan deseada y tan luchada… parece mentida que haya llegado«. No es fácil adaptarse al cambio radical que supone la llegada de un bebé, pero de momento están teniendo mucha suerte: «Han aparecido muchos miedos y muchas dudas, así como mucho de cansancio. No dormimos y nos estamos adaptando como familia, pero tenemos mucha ilusión, muchas ganas e intentamos disfrutar de las pequeñas grandes cosas. No tenía una idea preconcebida, solo sabía que sería bonito y llevar a la vez».
En cuanto al parto, explica que tuvieron que hacerle cesaría «por varios motivos«. Sobre todo porque era la opción más segura para el bebé y para ella. De aquel proceso recuerda, con especial ilusión, el momento en el que vio su hijo por primera vez: «Fue un momento único, mágico, inolvidable, emocionante… De las cosas más brutales que he vivido en mi vida».

¿Cómo se porta el hijo de Gisela?
De momento, el niño tiene un carácter muy tranquilo y les está dejando dormir bastante: «No nos podemos quejar porque es un bebé bastante tranquilo, somos nosotros quienes le incordiamos para que coma cada tres horas y no veas lo que nos cuesta despertarlo». Dice que, a primera vista, el niño es más parecido al padre físicamente.
Muchos le han preguntado cómo es que han escogido un nombre tan original como Indiana y Gisela explica el motivo: «Al principio no queríamos saber el sexo y buscamos un nombre unisex que tampoco tuviera traducción. Este nombre nos gustaba a los dos casi sin haberlo hablado, ya que a ambos nos gustaba desde siempre».
El embarazo ha sido complicado para ella, ya que le ha coincidido con una piedra en el riñón que le ha hecho complicado gestionar el dolor: «Tener que llevar un catéter durante cuatro meses ha sido muy duro y muy doloroso. No he podido disfrutar de mi embarazo y no creo que se pueda volver a repetir, así que me tengo que quedar con esta experiencia». Emocionalmente, dice que está bastante bien más allá que está muy sensible y que todo le asusta mucho: «Creía que sería una hecatombe porque soy hipersensible, pero

Algunas personas le han criticado por ser madre a los 45 años, pero esto no le preocupa: «Estoy maravillosamente bien con este tema porque es mi vida y nadie enturbiará la felicidad de tener Indiana entre mis brazos. Nadie sabe lo que he pasado para llegar hasta dónde he llegado ni el tiempo que me ha costado. Respeto las opiniones, pero no dejaré que me afecten». ¿Cómo describe la maternidad? Como un proceso «desafiante, emocionante y mágico».