Fernando Tejero cambia totalmente de registro en el último papel que le han dado. El actor se ha puesto bajo las órdenes de Alejandro Aménabar, quien lo ha seleccionado para interpretar el papel del sacerdote que traicionó a Miguel de Cervantes durante su cautiverio en Argel. Este es un papel oscuro y complejo, un personaje que le ha exigido “mucho” a nivel personal si hacemos caso a las últimas declaraciones que ha concedido.
En una entrevista a Fotogramas, el icónico portero de Aquí no hay quien viva recuerda el choque que tuvo cuando supo que tendría que hacer el papel de un hombre tan malo: “Le dije a Aménabar, en plan broma, que cómo era que había pensado en mí para este marica tan malo”. ¿La respuesta del director? Que creía que lo podría “humanizar”.
Fernando Tejero lamenta que todavía hoy haya mucha homofobia
El reto, entonces, que se entendiera de dónde venía toda la maldad y la oscuridad de aquel personaje. ¿Y cómo lo ha hecho? Ha intrigado que diga que ha aprovechado experiencias propias que ha vivido él para inspirarse: “He trabajado desde un personaje al que le han hecho daño. Si todavía hoy te siguen señalando con el dedo por ser homosexual, imagina qué debe ser estar en el 1500”.
Y es que la historia, aunque está ambientada en un siglo muy anterior, podría pasar ahora mismo y eso cree que es “lamentable”: “Todavía hoy hay una reacción homófoba en las redes”.
Fernando Tejero se pone en la piel de un homosexual que es homófobo a la vez, ya que no se acepta tal como es: “Creo que no puede haber nada peor en la vida”. Él, que también tiene esta orientación sexual, ha vivido una experiencia similar en el pasado: “Soy homosexual y también he sido maltratado, yo he sufrido el dedo acusador de la sociedad. Lo que hoy llaman acoso, yo lo viví en primera persona”.
Superar todo aquello no ha sido fácil, dice, pero considera imprescindible ponerse en manos de profesionales para poder solucionarlo. De hecho, está convencido de que habría terminado haciendo daño él también si no se hubiera encargado de sanar.
