Carlos Latre puede considerarse uno de los humoristas más queridos de España o, al menos, uno de los mejores imitadores del país. Después de toda una vida dedicada a hacer reír a los demás, su carrera le ha hecho tocar el cielo en muchos momentos. El pasado septiembre, de hecho, Telecinco confió en él y lo puso al frente de un programa que debía competir con el liderazgo de Pablo Motos. El problema es que no lo hizo, ni mucho menos, y la cadena tuvo que prescindir de él cuando Babylon Show había hecho muy pocas emisiones. No ha sido hasta ahora, un año después, que el de Castellón ha hablado sobre lo que supuso para él esa cancelación.
En unas declaraciones contundentes que recoge El Español, Carlos Latre confiesa que atravesó una crisis de confianza «profunda» y una «noche oscura en el alma». No todo es color de rosa en el mundo del entretenimiento, eso ya lo sabemos, pero él ha querido insistir en la cruda realidad que viven dentro de la industria. De hecho, llega a describir la televisión como «el mundo más feroz que hay» porque, allí, «la ambición puede llevar a la confusión«. Él mismo asegura que ha habido momentos en los que se ha sentido «dentro de la rueda del hámster» porque veía que «no avanzaba«.

¿Cuánto dinero puede ganar un humorista conocido en un día de trabajo?
Muchos pueden pensar que se ha hecho muy rico gracias a los espectáculos y la televisión y, evidentemente, su bolsillo se ha llevado unas cuantas alegrías. No obstante, Carlos Latre recuerda en esta entrevista que trabajar en este mundo no es sinónimo de sueldos altos ni de estabilidad: «Esa obsesión de mirar solo a la cima hace que el mundo esté lleno de frustrados. ¿Eres un artista y quieres vivir de este trabajo? En España hay muchos lugares pequeños donde podrás ganar 300 o 400 €, así que si vas cinco o seis veces pues acaba siendo un buen dinero. Eso sí, nosotros solo podemos hacer entre seis y diez shows al mes«.
Si quieres triunfar, considera que la única manera es trabajar «y currarte tu monólogo» o tu marketing para poder diferenciarte de los demás. Es un mundo con muchos egos y él, que lo ha experimentado en primera persona, considera que este amor propio solo cubre carencias efectivas de inseguridades y miedos. En su caso, sabe que tocó fondo y solo pudo salir de allí en un intento de volver a su esencia y dejando atrás la parte superficial: «Lo más importante es ser yo mismo, ser el Carlos».