Pep Guardiola y Cristina Serra han tomado la decisión de divorciarse y no hay marcha atrás. El matrimonio, que había sido uno de los más consolidados y queridos en las últimas tres décadas, ha separado sus caminos y se acaban de conocer más detalles sobre los primeros acuerdos a los que están llegando. Si hasta ahora, solo se había confirmado que él no volvería a dormir en la casa familiar, ahora Lorena Vázquez ha podido saber que la empresaria también ha abandonado esta finca.

En los medios británicos se estaba especulando, en los últimos días, sobre una posible reconciliación. Pues bien, solo eran rumores y la realidad es que no quieren continuar juntos. De hecho, Cristina no quiere seguir viviendo en la casa que han compartido y, por eso, se ha comprado un piso nuevo que no le recordará a él. Abandona Pedralbes, además, así que esta nueva vida como divorciada la llevará fuera de lo que ha sido su barrio durante mucho tiempo.

¿Y dónde vivirá con los hijos? En el Eixample, en pleno centro de Barcelona si hacemos caso a la información que ha dado la periodista catalana en Y ahora Sonsoles de Antena 3. Esta zona es carísima, claro, pero ella se habría decantado por un inmueble «modesto» si tenemos en cuenta que tiene mucho dinero y podría haberse comprado uno mucho más caro. Ha priorizado que se encontrara cerca de su trabajo, dice, lo que le facilita la vida.

Pep Guardiola i Cristina Serran fan oficial la separació - Europa Press
Pep Guardiola y Cristina Serran hacen oficial la separación | Europa Press

¿Cómo es la relación de Pep Guardiola y Cristina Serra después del divorcio?

La separación es firme, pero fuentes cercanas a la expareja continúan insistiendo en que entre ellos se mantiene una relación cordial y un «profundo respeto» después de toda una vida juntos. El entrenador no quería separarse y habría intentado, hasta el final, recuperar una relación que ella veía rota. Se les ha visto juntos en celebraciones familiares y de concierto después de tomar la decisión, pero no continuarán juntos: «Las relaciones, a veces, continúan como una amistad«. Tienen tres hijos en común y quieren mantener una buena relación, sobre todo de cara a ellos.

Ella vivirá en Barcelona mientras que la vida del entrenador tiene la base en el Reino Unido todavía. La distancia y el ritmo frenético de la vida del técnico habrían sido dos de los motivos principales de esta ruptura. Ella, muy hermética en cuanto a su vida privada, quiere aún más silencio mediático sobre su vida. Con casa nueva y centrada en la tienda de ropa que tiene en la zona alta, ahora confía poder establecer una calma alejada de los grandes titulares y los problemas de pareja.

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