Sofia de Grecia pertenece a una familia real destronada a quienes, incluso, llegaron a quitarles la nacionalidad cuando el país se convirtió en una república. Era 1974 cuando el pueblo heleno decidía, en un referéndum, la abolición de la monarquía. Sus miembros huyeron al exilio en aquel momento y, ahora mismo, la gran mayoría de ellos aún continúan viviendo fuera de sus fronteras. Es el caso de Sofia y su hermana Irene, que vive unos momentos complicados en cuanto a su estado de salud.
Desde Madrid se han enterado de la decisión que ha tomado el ministro del Interior griego sobre su consideración oficial. En un comunicado de prensa, se informa que treinta años después han logrado que les devuelvan su nacionalidad. A cambio, sin embargo, deben aceptar una condición que hace que esta buena noticia se convierta en agridulce. ¿A qué nos referimos?
Desde la revista Lecturas explican que el hermano mayor de Sofia inició los trámites para recuperar la nacionalidad que les quitó una ley firmada por el primer ministro de aquellos años: «Esta era una institución que servía fielmente al país, pero la muerte de nuestro padre marcó el final de una época». A cambio de ser considerados griegos otra vez, deben renunciar a sus orígenes dinásticos. ¿Y cómo se traduce esto a efectos prácticos? Básicamente, que toda la familia de Sofia -ella incluida- deberá llevar el apellido Glücksbourg que adoptaron cuando se exiliaron en Dinamarca.
¿Cómo se debe nombrar a Sofia de Grecia a partir de ahora?
Siempre se ha hecho referencia a ellos como Sofia, Federico o Anne-Marie de Grecia. A partir de ahora, sin embargo, no pueden atribuirse el nombre del país. Teniendo en cuenta que tampoco les gusta volver al apellido danés, han optado por solicitar que el cambio a «Nte Gkres» o (de Grece) en la versión fonética de su idioma. Como era de esperar, los políticos de izquierda no están de acuerdo porque el cambio es mínimo. Ellos, sin embargo, se muestran encantados con el pasaporte que podrán obtener otra vez: «Siempre hemos estado motivados por el deber y el honor de servir a Grecia con lealtad y devoción, dondequiera que estuviéramos».

En la prensa española siempre se ha recortado el nombre completo de la esposa de Juan Carlos de Borbón, ya que pocos conocen realmente todos los nombres, segundos nombres y apellidos que se le deben atribuir formalmente. Los nombres son largos, habitualmente, en aristócratas de este nivel. En su caso, no se queda corta porque formalmente se llama Sofia Margarita Victoria Federica de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg. Como para aprendérselo.