Letizia tuvo que renunciar al trabajo de periodista cuando aceptó la propuesta de matrimonio de Felipe VI. Su rutina cambiaría radicalmente, una responsabilidad y un cargo institucional que marcaría los siguientes años de su vida. Pasar a formar parte de la familia real le obligaba a prepararse, sobre todo por lo que hace referencia al protocolo.
Se ha explicado varias veces que la obligaron a estudiar durante meses lecciones de cultura general, historia e idiomas. De repente, tenía que aprender a actuar como la reina española y esto no le fue fácil. ¿Qué hizo, ante la avalancha de información que empezó a recibir en aquel momento? Comprar una libreta y empezar a apuntar absolutamente todas las dudas que le iban surgiendo a medida que le daban más y más indicaciones.
Letizia dejaba por escrito todas sus quejas y esto preocupó a Felipe VI
El problema era que rápidamente se dio cuenta de que la dejarían sin voz ni voto, hasta el punto de ni siquiera poder escoger nada de su boda: «Letizia iba apuntándolo todo en un cuaderno, en el que también dejaba escrito todo aquello que no le parecía bien. Cada vez que protestaba le decían que hiciera listas», revela Pilar Eyre en
La decisión que tomó Felipe en aquel momento fue drástica: «Felipe pidió que el diario de Letizia fuera destruido para que no cayera en manos ajenas. Cuando lo quemó en la chimenea del palacio, quizás ella se dio cuenta de que también estaba quemando su pasado para empezar una nueva vida». Una situación que demuestra que en aquellas páginas podía haber titulares que habrían escandalizado si se hubieran acabado filtrando en la prensa.