Elena de Borbón no está viviendo un verano muy tranquilo, que digamos. Con Juan Carlos de Borbón lejos y Sofía preocupada por su hermana enferma, los quebraderos de cabeza son constantes para ella. Dice Pilar Eyre que la infanta española está muy pendiente de la tía, a quien están cuidando en la Zarzuela ahora que está tan delicada: «Elena no deja sola a la madre en ningún momento porque parece que ha llegado a su límite. Y es ella, junto con Cristina, quien organiza el operativo médico de la tía«.
Y de cuidadora de ancianos, a madre enfadada. Las revistas hablan esta semana de la última fiesta de la que ha disfrutado Froilán, cuatro días de festival sin parar y con afters hasta las cinco de la tarde. La relación de Elena con su hijo mayor no es nada fácil, si hacemos caso a la información que acaban de publicar: «La relación con Froilán y Victoria Federica es difícil«.
Mientras la chica se centra en los amigos, la afición a los toros y sus compromisos en las redes; el hijo mayor vuelve a ser noticia por su vida descontrolada: «El joven ha combinado fiestas y salidas nocturnas como hacía antes», dicen. Y, claro, este comportamiento ha vuelto a «molestar» a Elena: «Tener al hijo tranquilo y lejos de las cámaras en los Emiratos Árabes era un respiro considerable para ella«. Y eso que decían que Froilán se había centrado en una carrera «prometedora» y que había hecho un cambio «espectacular»…
Elena de Borbón, en Mallorca con su prima más triste
Elena de Borbón ha estado unos días en Mallorca, eso sí, para apoyar a su prima Simoneta Gómez-Acebo tras la muerte de sus dos hermanos con poca diferencia de tiempo. Todo desgracias y mal rollo en unas semanas que la tendrían preocupada.
Juntas han sido vistas en la heladería Ca’n Miquel, una que se hizo famosa porque cada verano recibían la visita de Juan Carlos y Sofía acompañados de todos los nietos para disfrutar de un helado cada uno. Esta fue una tradición durante mucho tiempo y ahora, décadas después, han querido rememorar este recuerdo de infancia.
