Ofensiva sin precedentes de las fuerzas armadas de Ucrania contra Rusia. El Ministerio de Defensa ruso asegura haber derribado esta noche 337 drones ucranianos desplegados sobre varias regiones del país, incluida la provincia de Moscú, en un ataque calificado de “masivo” que ha dejado dos personas muertas —una por la explosión directa de un dron y la otra debido a la caída de los restos de uno de los vehículos abatidos. La ofensiva se produce pocas horas antes del encuentro entre delegaciones de Estados Unidos (EE.UU.) y Ucrania en Arabia Saudita, que se espera sea clave en las negociaciones de un posible alto el fuego.

Según ha afirmado el Ministerio de Defensa ruso a través de Telegram, la mayoría de los vehículos no tripulados, un total de 126, han sido destruidos sobre la región de Kursk, cerca de la frontera ucraniana. Sin embargo, 74 de estos vehículos no tripulados han llegado hasta Moscú, según ha informado Serguéi Sobianin, alcalde de la ciudad, quien calificó el ataque como “el más masivo contra la capital rusa por parte de las fuerzas ucranianas”. Según medios de comunicación rusos, una de las víctimas mortales es un hombre de 38 años que se encontraba trabajando en un aparcamiento de coches cuando uno de los drones explotó, provocando el incendio de un gran número de vehículos. El gobernador regional de Moscú ha informado de una segunda víctima y de dos personas que se encuentran hospitalizadas con heridas graves a consecuencia del ataque.

El gobierno ruso ha acusado a Ucrania de llevar a cabo la ofensiva con el objetivo de influir en la visita del secretario general de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) a Moscú, prevista para este martes. El funcionario europeo se reunirá con Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, cuatro años después de la última visita de un jefe de la OSCE a Rusia.

Ofensiva previa a negociaciones clave para Ucrania

El ataque nocturno sobre Rusia se ha producido horas antes de las conversaciones previstas en Arabia Saudita entre el jefe de la oficina de Volodímir Zelenski, Andrí Yermak, y el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio. El encuentro, que se está celebrando en estos momentos, es el primero entre las dos delegaciones desde el catastrófico episodio en la Casa Blanca, donde Donald Trump regañó ante las cámaras a su homólogo ucraniano y lo forzó a abandonar Washington antes de tiempo. Aquel enfrentamiento diplomático impulsó la suspensión de la ayuda militar y de inteligencia estadounidense a Kiev, lo que ha debilitado considerablemente la posición de las tropas ucranianas sobre el terreno. Sin embargo, Rubio ha asegurado que en este nuevo acercamiento diplomático se debatirá la posible reactivación de la ayuda a Ucrania.

El príncipe heredero de Arabia Saudita Mohammed bin Salman da la bienvenida a Volodymyr Zelensky en el Palacio Real de Alsalam, esta mañana / Europa Press / Saudi Press Agency / dpa
El príncipe heredero de Arabia Saudita Mohammed bin Salman da la bienvenida a Volodímir Zelenski en el Palacio Real de Alsalam, esta mañana / Europa Press / Saudi Press Agency / dpa

“La suspensión se produjo porque sentimos que ellos [Ucrania] no estaban comprometidos con ningún tipo de proceso de paz”, explicó Rubio este lunes, en unas declaraciones recogidas por la BBC. “Si eso cambia, obviamente nuestra postura puede cambiar”. Zelenski, quien a pesar de estar en Arabia para reunirse con el príncipe Mohammed bin Salman no se espera en las conversaciones, afirmó el lunes que la posición de su país será “constructiva”. Por otro lado, el estado de ánimo en Moscú no parece propicio al compromiso. Durante los últimos días, el Kremlin ha mostrado su determinación para continuar con el conflicto, y no parece dispuesto a hacer concesiones. Rusia se encuentra en un momento de confianza tras la presión ejercida por la administración Trump sobre Ucrania, lo que ha sido celebrado por un Vladímir Putin que lo considera un apoyo político directo de la Casa Blanca.

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