La vicepresidenta de los Estados Unidos y candidata demócrata en la Casa Blanca, Kamala Harris, ha elegido finalmente al gobernador de Minnesota, Tim Walz, como candidato a la vicepresidencia de cara a las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre. «Me enorgullece anunciar que le he pedido a Tim Walz que sea mi compañero de fórmula. Como gobernador, entrenador, profesor y veterano, ha trabajado para familias trabajadoras como la suya. Es fantástico tenerlo en el equipo», ha señalado en la red social X.
Desde un primer momento un firme defensor de Joe Biden, a pesar de las críticas, Walz no cambió de dirección hasta que Biden se retiró de la carrera por la presidencia de los Estados Unidos que Walz comprometió su apoyo a Harris y desde entonces se había vuelto como un firme defensor de la vicepresidenta, un cargo que heredaría si los demócratas se imponen en las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre. Con esta elección, los dos principales candidatos en las elecciones han confirmado ya sus duplos para la votación. Frente a Harris y Walz los republicanos presentan a Trump -que tratará de conseguir el retorno en la Casa Blanca cuatro años después de su derrota frente a Biden- y el senador James D. Vance, que aspira a pasar de criticar al expresidente a ser su vicepresidente.

Un candidato «de izquierda radical», según Trump
Cuando Harris ha anunciado su decisión, el equipo de campaña de Trump no tardó a publicar un comunicado en el cual califica al candidato en la Vicepresidencia del Partido Demócrata de «izquierda radical» y ha afirmado que el tándem Harris-Walz es «la pesadilla de todo estadounidense». De hecho, las ideas progresistas de Walz no han pasado desapercibidas. «Desde proponer su propia agenda libre de emisiones carbono hasta sugerir estándares de emisiones más estrictas para los vehículos de gasolina y adoptar políticas para permitir a los delincuentes convictos votar, Walz está obsesionado con difundir la peligrosa agenda liberal de California por dondequiera», ha agregado.
Precisamente, el mandato de Walz en Minnesota no ha estado de los más tranquilos. De hecho, el que ahora podría convertirse en el vicepresidente de los Estados Unidos vivió el impacto de la pandemia de coronavirus, así como por la muerte de George Floyd a manos de la Policía. Este episodio desembocó en protestas antirracistas primero en el estado, y más tarde a escala internacional, y puso de relieve la violencia policial contra la población negra. En aquella situación su posición como gobernador fue muy criticada, puesto que atrasó el despliegue de la Guardia Nacional durante las protestas. Estas acciones le han hecho ganar cierta imagen de progresista, a pesar de que en ningún caso Harris se ha referido con estos términos.