El gobierno iraní acusa los Estados Unidos de atacar varios puntos de Irak y Siria con el único objetivo de «desviar» la atención de los «crímenes» israelíes a la Franja de Gaza, controlada por las fuerzas de Hamás. Para el portavoz de asuntos exteriores iraní, Naser Kanani, la contraofensiva norteamericana en respuesta en la muerte de los tres soldados estadounidenses a Jordania del pasado domingo agravia el clima «inestable» del Oriente Medio, donde la guerra que golpea el pueblo palestino desde el pasado 7 de octubre amenaza de extenderse en todo el territorio. Kanani considera que los bombardeos de este viernes son una «violación de la soberanía y la integridad territorial de Irak y Siria, del derecho internacional y una clara violación de la Carta de las Naciones Unidas»: «El ataque de esta noche contra Siria e Irak es una acción aventurera y otro error estratégico del gobierno estadounidense, que no tendrá otro resultado que la escalada de tensión e inestabilidad en la región», denuncia.
El portavoz iraní asegura que la ofensiva norteamericana está directamente ligada al que consideran uno de los objetivos de las fuerzas de Benjamin Netanyahu en el Oriente Medio, «que los Estados Unidos tengan más presencia en la región». Todo y las acusaciones, Joe Biden mantiene que los ataques son el inicio de una respuesta a los asesinatos de Jordania, pero que no pretenden convertirse en la chispa que comience un nuevo conflicto territorial en una de las zonas más tensadas del planeta. Irán, pero, no lo ve del mismo modo: «La continuación de tales aventuras es una amenaza para la paz y la seguridad regionales e internacionales», apunta Kanani.

Las reacciones de la comunidad internacional
A raíz de la escalada de tensión, el alto representante de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, ha hecho un clamor en la comunidad internacional a «unir esfuerzos» para evitar que el Oriente Medio «explote». Borrell ha avisado a su llegada a la reunión informal de ministras de Exteriores de los Veintisiete que la situación en la región es «una caldera que puede explotar», en un mensaje que ha extendido de forma velada también en los Estados Unidos, horas después de los primeros ataques de represalia a los ataques en Jordania. Por su parte, el ministro de Asuntos exteriores, José Manuel Albares, ha incidido en declaraciones a los medios en que los bombardeos de las últimas horas son «la respuesta» a una serie de «ataques terroristas» que España condena «firmemente», pero no ha hecho consideraciones sobre el resto de la situación en el Oriente Medio.