Semana de intensos contactos diplomáticos entre las potencias del bloque euroatlántico y las partes enfrentadas en el conflicto de Ucrania. Las delegaciones de los Estados Unidos y de Rusia se encontrarán este martes en Riad, en una reunión clave para estrechar sus relaciones diplomáticas. Paralelamente, en Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan recibirá a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, quien tras la cumbre informal de ayer en París ha exigido garantías de seguridad a sus aliados europeos ante la amenaza rusa.
La reunión entre potencias en Riad, capital de Arabia Saudita, tiene como objetivo principal abordar las relaciones bilaterales entre Rusia y los Estados Unidos. La delegación rusa estará formada por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, e Iuri Ushakov, asesor de Vladímir Putin, que han viajado a Riad por orden directa del presidente ruso. En cuanto a los Estados Unidos, asistirán el secretario de Estado, Marco Rubio, y el asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump, Mike Waltz. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha afirmado que la ubicación de la reunión fue sugerida por el mismo Trump en su última conversación con Putin y que ambas partes la consideran aceptable.
Según el Kremlin, el encuentro tendrá como eje central la normalización de las relaciones entre Washington y Moscú, aunque no se descarta la apertura de negociaciones para un acuerdo en Ucrania, así como una futura cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin. La reacción de Kiev no se ha hecho esperar: el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha expresado con contundencia que «Ucrania no aceptará ningún resultado del encuentro». En este sentido, ha insistido en que cualquier acuerdo que altere el desarrollo del conflicto debe contar con la participación de todas las partes, y ha calificado la reunión de Riad como un asunto puramente bilateral entre Washington y Moscú.
Zelenski se reúne con Erdogan en plena vorágine diplomática
Mientras se desarrolla la cumbre en Riad, Zelenski se encuentra inmerso en una intensa agenda diplomática –que también incluye a Arabia Saudita entre sus destinos inminentes– con el objetivo de consolidar alianzas internacionales para su causa. Este mismo martes, el presidente ucraniano se desplazará a Turquía para reunirse con su homólogo, Recep Tayyip Erdogan. Según fuentes turcas, el encuentro en Ankara servirá para reforzar la cooperación bilateral y analizar la situación actual del conflicto ucraniano.

Cabe recordar que Turquía fue la sede de las primeras negociaciones entre Kiev y Moscú poco después del inicio de la invasión rusa en 2022, aunque esas conversaciones no dieron lugar a ningún acuerdo significativo. Ahora, casi tres años después del inicio del conflicto y con un apoyo internacional menguante, Zelenski busca mantener una alianza clave en la región y garantizar que Turquía continúe siendo un actor mediador en el conflicto.
Ucrania exige, Macron promete
Además de su visita a Ankara, Zelenski también ha mantenido una conversación telefónica con el presidente francés, Emmanuel Macron, para evaluar los aspectos tratados en la reunión de líderes europeos realizada ayer en París. En esta llamada, el mandatario ucraniano ha reiterado la necesidad de unas garantías de seguridad «sólidas y fiables» para el país, insistiendo en que un alto el fuego débil solo serviría como preludio de una nueva agresión rusa.
Macron, por su parte, ha asegurado que europeos, estadounidenses y ucranianos trabajarán al unísono para lograr una paz firme y duradera. «Rusia debe poner fin a su agresión, y esto debe ir acompañado de garantías de seguridad sólidas y creíbles para los ucranianos. De lo contrario, existe el riesgo de que este alto el fuego termine como los Acuerdos de Minsk», ha afirmado. En otras palabras, ha advertido que el cese de las hostilidades podría ser aprovechado por las partes enfrentadas para rearmarse y reanudar los combates, como ya ocurrió en 2014. El presidente francés también ha declarado la intención de seguir trabajando sobre las bases de la Comisión Europea, definidas en 2022 en la cumbre de Versalles. «Los europeos deben acelerar la implementación de su propia agenda de soberanía, competitividad y seguridad», ha concluido.
La reunión de Riad entre Rusia y los Estados Unidos abre nuevos horizontes en el equilibrio geopolítico global, en un momento en que Europa intenta desesperadamente tener voz en el conflicto y evitar ser marginada en unas eventuales negociaciones. La postura de Kiev sigue siendo categórica: no aceptará ningún acuerdo que no cuente con su participación directa. Mientras tanto, Zelenski continúa su gira diplomática para asegurarse un lugar en la mesa de negociaciones en caso de que las maniobras de Moscú y Washington prosperen.