El Partido Popular Europeo quiere preparar la Unión para la guerra. Varios líderes de los conservadores al continente han aprovechado la inestabilidad geopolítica causada por las guerras en Ucrania y Palestina para recuperar los gritos bélicos que tanto los han caracterizado históricamente. El último ha sido una figura prominente entre los populares de la última década: el primer ministro polaco Donald Tusk. Tusk, una gran presencia de la derecha europea desde su primer mandato al Palacio Presidencial de Varsovia, ha asegurado en una entrevista con el rotativo alemán
El mandatario polaco ha sido especialmente contundente en su intervención a los medios. «Sé que parece devastador, especialmente para las nuevas generaciones -declara Tusk-, pero nos tenemos que acostumbrar al hecho que ha empezado una nueva era: la era prebélica». En este sentido, razona que «ahora hace más de dos años» que cambió el paradigma de las relaciones internacionales de la Unión Europea. A raíz de la invasión rusa de Ucrania, lamenta, «la guerra ya no es un concepto del pasado». «No nos hemos visto en una situación así desde el 1945», asegura el primer ministro, comparando los conflictos actuales con los últimos compases de la Segunda Guerra Mundial.
«Cambio de mentalidad» a Europa
El dicho tradicional en los círculos diplomáticos dice que la Unión Europea es «un gigante económico, un enano político y un gusano militar». A pesar de la escasa integración de los ejércitos europeos -rechazada en los últimos años por líderes como el presidente francés Emmanuel Macron- y la actual dependencia de la OTAN y, por lo tanto, de los Estados Unidos, Tusk se muestra optimista en cuanto a la predisposición de gobiernos y ciudadanos a una estrategia de guerra conjunta. «Ya nadie cuestiona la necesidad de una defensa común», razona el polaco, celebrando una «revolución en la mentalidad europea» en cuanto a la unidad de acción bélica. «La UE en su conjunto, como organización poderosa, tiene que estar mentalizada para luchar por la seguridad de nuestras fronteras», espeta.
Línea estratégica del Partido Popular
Los populares europeos, justo es decir, se han abonado a la celebración belicista en las últimas semanas. Rangos tan elevados de las filas conservadoras como el presidente comunitario del partido, el alemán Manfred Weber, ya alertó en enero que Europa «se tendría que preparar para ir a la guerra sin los Estados Unidos», en un nuevo llamamiento a la defensa conjunta y la salvaguardia de las fronteras comunitarias. De hecho, la capacidad de defensa continental será, según el conservador, «la principal preocupación en nuestros jefes durante el 2024». También la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen se ha abonado a las alarmas de guerra: «la amenaza puede no ser inminente, pero no es imposible», aseguraba la jefa del ejecutivo de los 27, haciendo un llamamiento a la mejora de los ejércitos. “Esto empieza con la reconstrucción urgente, el refuerzo y la modernización de las fuerzas armadas de los estados miembro”, declaraba.