El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aterrizado en Israel este miércoles por la mañana para entrevistarse con el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu. Después del encuentro, Biden ha avalado la versión israelí y ha culpado al «otro bando” de la matanza en el hospital de Gaza, a pesar de que ha evitado señalar a Hamás o a Yihad Islámica, el grupo al que el ejército israelí culpa directamente del ataque por un misil defectuoso. «Por lo que he visto, parece que lo ha hecho el otro bando, no vosotros. Ahora bien, hay mucha gente que no está segura, así que tenemos que superar muchas cosas”, ha dicho Biden.

El ataque contra el hospital de la Ciudad de Gaza podría haber matado a unas 500 personas, según el Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, y ha provocado una oleada de protestas en los países árabes, que responsabilizan a Israel de la masacre. Biden ha insistido que hay que separar a Hamás del pueblo palestino y ha reiterado el derecho de Israel a “defenderse”. El presidente estadounidense tenía que viajar a Jordania para reunirse con varios mandatarios árabes, pero finalmente se ha cancelado por el aumento de la tensión en Oriente Medio.

Un sanitario con los cuerpos de varios palestinos muertos al ataque contra un hospital en Gaza / Mohammad Abu Elsebah/DPA

La Unión Europea y el Reino Unido no han sido tan categóricos como EEUU y han preferido condenar el ataque y reclamar una investigación en profundidad. El secretario de Asuntos exteriores del Reino Unido, James Cleverly, ha avisado que “demasiada gente ha llegado a conclusiones apresuradas sobre la trágica pérdida de vidas en el hospital Al Ahli” y ha asegurado que “equivocarse podría poner todavía más vidas en juego”. La Comisión Europea, el Consejo Europeo y varios estados como Francia, Alemania e Italia han condenado el bombardeo y han pedido que se investigue un ataque “injusto” que ha matado a centenares de civiles.

Israel publica imágenes para defender su versión

El ejército de Israel ha vuelto a negar cualquier responsabilidad del ataque contra el hospital y ha publicado imágenes del hospital para defender su tesis. “No hay signos visibles de cráteres o daños significativos en los edificios”, defiende Daniel Hagari, uno de los portavoces de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Los militares aseguran que poco antes de las 19.00 militantes de Yihad Islámica dispararon hasta “10 cohetes” desde un cementerio próximo al hospital y que uno de los proyectiles se desvió e impactó en el centro médico. Hagari asegura que solo hay pruebas de daños materiales en un aparcamiento exterior y que un ataque israelí habría provocado “cráteres y daños estructurales” más graves.

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