El nuevo intento de las Naciones Unidas de un alto el fuego entre Israel y Hamás ha quedado en papel mojado. A pesar del apoyo mayoritario del consejo de seguridad de la ONU, los Estados Unidos ha impuesto su derecho a veto para que la resolución final no exija el final de los bombardeos. El nuevo texto, en cambio, sí que hace referencia a enviar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, asediada por las bombas del ejército israelí desde principios del mes de octubre. Por Amnistía Internacional, la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Gaza, «es un paso importante, pero insuficiente».
A través de un comunicado, la ONG lamentan la falta de contundencia de la decisión tomada por las Naciones Unidas, puesto que consideran que solo agilizar el envío de ayuda no es suficiente, a pesar de que sí que es un buen primer paso: «Se trata de una resolución muy necesaria y todos los esfuerzos para abordar la catástrofe humanitaria sin precedentes de Gaza se tienen que acoger con satisfacción, pero siguen siendo insuficientes ante la matanza y la destrucción generalizada que siguen provocando los ataques del gobierno de Israel», recalca la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard. La secretaria también apunta que la resolución «no pide el cese inmediato de los combates», sino que se limita a instar a «crear las condiciones para la finalización de las hostilidades»: «Teniendo en cuenta el espantoso número de muertes –más de 20.000 en dos meses, según el último balance de las autoridades gazatíes- y la terrible escalada de destrucción y devastación en Gaza, esto es sencillamente inaceptable», asevera Callamard.

La negativa de los Estados Unidos
La resolución de las Naciones Unidas sobre el alto el fuego no ha sido favorable ante la negativa de los Estados Unidos, uno de los principales aliados de Netanyahu en el conflicto armado, a pesar de que en el último mes la relación entre los dos países se ha agrietado un poco por algunas declaraciones de Joe Biden. «Es vergonzoso que los Estados Unidos hayan sido capaces de dar largas y utilizar la amenaza de su poder de veto para obligar el Consejo de Seguridad de la ONU a debilitar un llamamiento muy necesario porque todas las partes pongan fin inmediatamente a los ataques», reflexionan desde Amnistía Internacional