Más de un centenar de personas han perdido la vida este miércoles a causa de una doble explosión a Irán, cerca del cementerio en la provincia de Kerman, donde está enterrado Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, que murió en un bombardeo de los Estados Unidos el enero de 2020 en la capital de Irak, Bagdad. Esta mañana se celebraban varios actos para homenajear al comandando muerto hace cuatro años, y ha sido en este contexto en el cual las bombas han estallado. Según las últimas informaciones facilitadas por el Departamento de Emergencias de Kerman, el número de muertos escala hasta 103, y el número de heridos ya supera las 200 personas, a pesar de que los datos son provisionales y pueden continuar aumentando.
El vicegobernador de Kerman, Rahman Yalali, asegura que se trata de un «ataque terrorista», pero ha evitado dar más detalles al respeto. Las autoridades iraníes han cerrado además la zona para facilitar las tareas de rescate y la investigación de la escena del crimen. Así, las fuerzas de seguridad iraníes han reforzado su presencia en la zona de las explosiones, donde se han dirigido también varias ambulancias para poder atender todas las víctimas y trasladar a los heridos a hospitales de la ciudad. Según apuntan fuentes a la agencia de noticias iraní Tasnim, los presuntos terroristas habrían colocado los explosivos en varias bolsas que han repartido por la zona donde se llevaba a cabo el homenaje. La primera de las bombas habría explotado a unos 700 metros de la tumba de Soleimani, y la segunda unos minutos más tarde en otro punto del acto. A pesar de que desde el gobierno iraní apuntan hacia un «ataque terrorista», a estas alturas ningún grupo ha reivindicado el atentado.
Homenaje a Soleimani
Miles de personas se habían concentrado en la ciudad para rendir homenaje a Soleimani, una de las víctimas de un ataque con drones perpetrado por los Estados Unidos. De hecho, un tribunal iraní condenó el 6 de diciembre en el Gobierno de los Estados Unidos y a otras instituciones e individuos del país norteamericano a pagar unos 50.000 millones de dólares por la muerte de Soleimani, después de emitir decenas de órdenes de arresto contra altos cargos estadounidenses, incluido el expresidente Donald Trump.