La Plataforma para la Defensa de la Rumba Catalana denuncia que el Ministerio de Cultura, encabezado por Miquel Iceta, está poniendo trabas para declarar el género musical patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad por la Unesco. Según ha avanzado
“Somos gente de cultura, trabajamos en el ámbito municipal y para las instituciones. Que nos hagan esto, no nos lo merecemos”, lamenta. La Plataforma por la Defensa de la Rumba Catalana ha lamentado que Cultura los haya insinuado que verían con mejores ojos que presentaran la rumba como “española o de España” y que hiciera tándem con la rumba flamenca.

El problema es llamarla rumba catalana
El Ministerio de Cultura les ha trasladado que la denominación “catalana” y, por lo tanto, que solo sea defendida por Cataluña, puede ser un problema a la hora de recibir el reconocimiento de la Unesco. El departamento que dirige el socialista catalán Miquel Iceta considera que la candidatura tendría más posibilidades si fuera compartida con otras comunidades autónomas, pero en este caso no se podría denominar rumba catalana, cosa que para Valentí es “mutilar el arte y quitar la esencia a una música creada en Cataluña”.
El presidente de la plataforma insiste que es un rasgo “diferencial” del género, que representa la “filosofía de vida del pueblo gitano catalán, a quien no se le tiene que quitar sus orígenes”. Valentí ha avanzado que no piensan ceder porque es una denominación que rinde homenaje a los creadores e impulsores del género, tanto los vivos como los muertos. “Hace ocho meses que trabajamos en este tema, gracias a las fuerzas políticas y también a mucha otra gente, no quitaremos [la denominación]”.
La excusa del Ministerio de Cultura es de procedimiento. Son los estados quienes tienen que presentar formalmente la candidatura a la Unesco y en el estado español el procedimiento para hacerlo es someter la propuesta a votación en el Consejo de Patrimonio Histórico, donde están representadas las comunidades autónomas. El ministerio considera que la rumba catalana tiene pocas opciones de recibir el apoyo del resto de territorios del estado y, por lo tanto, la candidatura podría quedar encallada. Desde Madrid también recuerdan que cada estado solo puede presentar una candidatura cada dos años y que actualmente están en proceso la jota, la cultura cidrera, la trashumancia y las alfombras de flores.