Los pueblos de la costa catalana son uno de los grandes alicientes de Cataluña para atraer la atención de la comunidad internacional. Del mismo modo que cada año centenares de miles de turistas vienen en las poblaciones costeras en busca del clima mediterráneo, hace más de cincuenta años, algunos de los puntos del litoral que hoy en día quedan masificados con la llegada del verano, los Estados Unidos ya pusieron el ojo. En aquel momento, pero, no a través del turismo, sino a través de las cámaras y las grandes pantallas del Hollywood clásico. El año 1951, en plena época dorada del cine, Tossa de Mar, una pequeña localidad catalana situada en la comarca de la Selva, se convirtió en el plató de rodaje de
Este film arranca con un hecho poco usual en el cine internacional de hoy en día, y menos en el Hollywood clásico de la época: una conversación en catalán entre dos pescadores. El motivo, Lewin escogió Tossa de Mar como el escenario donde construir su historia de amor y drama. Los encargados de dar vida al guion de la película fueron Ava Gardner, considerada una de las estrellas cinematográficas del siglo XX, y James Mason, uno de los grandes referentes del cine británico del siglo pasado. De hecho, para inmortalizar la presencia de la gran Ava Gardner en Tossa de Mar, desde el año 1998 de alza una estatua de su figura en el pueblo como homenaje a su larga estancia, que dejó grandes anécdotas como la llegada durante un tiempo de quien acabó siendo su marido: Frank Sinatra.
Pandora y el holandés errante (1951) se seguramente la única película del Hollywood clásico que empieza cono un diálogo en catalán (más concretamente unos pescadoras haciendo broma entre ellos). Eso se porque se filmó en el precioso pueblo de Tossa de Mar en la Costa Brava. pic.twitter.com/zajxewtvkt
— MonsieurHulot (@monsieurhulot) September 4, 2020
Tossa, escenario de un film de amor y muerto
El film gira en torno a la vida de Pandora Reynolds -personaje ficticio interpretado por Ava Gardner-, una cantante estadounidense que, durante una breve estancia en Cataluña, deja todos los hombres con quienes topa deslumbrados. A través de la narración de un testigo de los hechos, Geoffrey Fielding -interpretado por Harrlod Warrender-, el hombre que descubrió un manuscrito del siglo XVII que ofrece una versión inédita del mito del holandés errante, se explica los diferentes asuntos que vivió Reynolds durante su estancia en Tossa de Mar.
Concretamente, rechazó la propuesta de matrimonio de un joven poeta, Reggie Demarest -interpretado por Marius Goring-, el cual acabó suicidándose; y vio como se enamoraban de ella dos hombres más: Stephen Cameron -interpretado por Nigel Patrick– y Juan Montalvo -interpretado por Mario Cabré. Ahora bien, Reynolds no se llegó a enamorar de ninguno de los dos hombres, por lo cual la historia también adopta un punto de desengaño. En cambio, un día que la cantante estadounidense se adentró en el Mediterráneo, sí que quedó totalmente deslumbrada por un misterioso navegante, Hendrick Van der Zee -interpretado por James Mason-, sobre el qual gira la historia. Así pues, a través de los ojos del testigo descubrimos los periplos amorosos, y de desengaño, de Pandora Reynolds, una cantante que, igual que la misma Gardner, causaba furor por donde pasaba.