Casa en flames, la película de gran éxito de Dani de la Orden, amplía su universo en una novela que acaba de salir a la venta. Este mediodía, se han dado detalles en una presentación que tuvo como protagonista al escritor elegido para dar nueva vida a la historia. Albert Monreal ha creado “capítulos inéditos” que transforman en literatura la experiencia cinematográfica que tanta gente ha disfrutado desde su estreno en el verano de 2024. En todo momento, ha dejado claro que ha sido “muy respetuoso” con todos los aciertos del film: “No quería arruinar todo lo que he visto en pantalla”, ha dicho el autor.
Grup 62 tiene grandes expectativas puestas en este lanzamiento; una novela sobre la cual el director del film ha dicho que le da “rabia” que el libro sea “mejor” que la película: “Rabia u orgullo, ya no sé qué sentir”. Este ha sido un trabajo acumulativo, un encargo que llegó a Albert Monreal cuando la ficción aún no había recibido todos los premios y el reconocimiento como una de las más vistas en la historia del cine en catalán. Ciertamente, ha sido todo un fenómeno sociológico de primer orden en el cual han creído que valía la pena profundizar.

Lo han pasado al formato literario porque creían que daría mucho de sí y ahora se muestran “encantados” con el resultado. ¿Qué querían? Básicamente, “profundizar en los personajes” y “revelar cosas de los vacíos en el pasado que en la película no se habían tratado”. Muchas cosas del libro le servirán al guionista para la segunda película, la que ahora estará condicionada porque este libro ha enriquecido sus personajes.
El libro de Casa en flames respeta el argumento de la película
En la novela se respeta 100% el argumento original de la película, no hacen ningún experimento. A las personas que la hayan visto en el cine, se les desplegará un universo desconocido y un producto mucho más enriquecedor. Y todos aquellos que no la hayan visto, podrán encontrar en ella «una gran novela» que hace un retrato íntimo y contradictorio de una familia y sus desastres emocionales.

El escritor ha explicado cómo ha sido el proceso de hacer el salto del cine a la literatura, una propuesta que no suele verse porque normalmente se hace en el orden inverso. Desde un principio se sintió «totalmente seducido» por esta oferta, ya que la película le había gustado mucho y creía que podría suponerle un reto literario muy interesante: «¿Cómo pasamos al narrador de un libro este ojo que lo ve todo en una historia coral en la que cada personaje tiene su propia voz y su manera de leer los mismos hechos? ¿Quién tenía que contar la historia? ¿Quién la narra? Porque en la película Montse destaca por encima de los demás, pero me parecía interesante que el lector pudiera entrar dentro de la cabeza de varios personajes».
Albert confiesa que le costó encontrar el enfoque y, sobre todo, el hecho de decidir qué personaje era mejor para narrar cada escena. Se ha apropiado de la historia, pero siempre dentro de sus posibilidades porque «no quería traicionar el espíritu ni las líneas maestras» de la historia de Casa en flames: «Respeto el argumento en su totalidad y en su esencia«.

¿Qué añade el libro a la historia de la película?
¿Y cómo lo ha enriquecido? Con una aproximación al pasado de los personajes, algo que no se explica en la película: «Por ejemplo, dibujo cómo se conocieron David y Carlos cuando tenían veintitantos años, cómo fue la despedida de soltera de Júlia… episodios del pasado que contribuyen a entender cómo se comporta en la actualidad cada personaje». En este libro, pues, acaba de dibujar los personajes que aparecen «para poder entenderlos mejor en su complejidad».
También ha añadido alguna escena del presente, pero en ningún caso altera la estructura «redonda» de la película. Excompañero de trabajo de Eduard Sola, el guionista de la película, han estado en contacto pero esta ha sido una tarea bastante individual del escritor: «Le he ido preguntando si vería coherente que un personaje hiciera algo, por ejemplo, pero me lo ha puesto todo muy fácil a la hora de crear porque él no se había detenido a pensar en cómo había sido el pasado, cosa que me ha venido bien porque me hubiera condicionado mucho que lo hubiera hecho».

Otro tema relevante es el de la lengua. El libro está escrito en catalán, pero ha mantenido partes en castellano y eso ha sido «estimulante»: «Poder cambiar de lengua con ciertos personajes creo que es un buen gesto cultural, me gusta que se normalice y visualice el bilingüismo. Que pueda sorprender en otro país que el libro esté escrito en dos lenguas sin problema».