
¿Qué alimentos tiene Joan Pera en la nevera?
¿Y qué guarda allí, él, pues? Joan tiene una familia muy grande y dice que, en consecuencia, la nevera refleja qué es lo que quieren los nietos. La entrevista lo pilló en un día en que estaban solos, por eso, así que realmente lo que han encontrado es lo que come el actor y doblador con su mujer. En la puerta vemos un montón de fotografías de los niños, mientras que adentro lo que más destaca son las bebidas.
Coca-Cola, aguas, tónicas, horchata y un cava comparten espacio con algunos yogures, una mayonesa, la leche y un montón de fruta y verduras de su huerto. En el centro vemos dos grandes melones y un trozo de sandía, por ejemplo. Como curiosidades, anchoas, boquerones, chocolatinas y un trozo de turrón que les sobró de Navidad.

Joan Pera ha recibido a Abraham Orriols con una sonrisa, pero le ha reconocido que la idea que viniera la cámara a curiosear su casa no le gustaba demasiado: «A ti te hace mucha gracia venir a mi casa y a mí no me hace ninguna que vengáis. Creo que os tendría que haber dicho que no por este odio que le tengo a la nevera. Mira, aquí tenemos a nuestro perro», decía todo señalado a Bean, un labrador que dice que siempre estaría enganchado a ellos.
El actor es un hombre familiar, pero hay cosas de los nietos que no le gustan: «Siempre están abriendo la nevera y cogiendo la bebida para poder hacer pequeños tragos antes de volver poco después a volver a abrirla y volver a hacer un pequeño trago. Estoy buscando una nevera con candado que no puedan abrir porque vienen a abrir y cerrar sin darse cuenta».
El actor habla de la relación con su mujer e hijo
Dice que cuando trabaja come muy poco, antes de las funciones no puedo comer nada: «Si trabajara en la radio estaría tan delgado como tú porque como poco». Precisamente sobre el trabajo ha dicho que si todavía no se ha retirado es porque la mujer le hace entrar en razón: «Ella no es actriz, pero le encanta que trabaje de esto y le gusta mucho este mundo. Si fuera una mujer normal nos hubiéramos separado hace tiempo. Ella es mi peor crítica porque me agobia mucho. En el último ensayo general que hicimos, que fue desastroso, me dijo que no vendría al estreno. Vino a escondidas y acabó siendo un éxito. En otra me preguntó si realmente necesitábamos que yo estuviera haciendo aquello para poder comer».
Ha trabajado con un hijo, Roger, y dice que esto siempre es difícil: «O eres más bueno que él y no lo dejas vivir o no eres tan bueno y te incordia. Tienes que estar pendiente que él también quede bien, a pesar de que Roger tiene mucha personalidad y muchas veces han salido chispazos. Tanto él como yo queremos quedar muy bien y ceder el lugar para que el otro quede bien, incluso conmigo a mi edad, cuesta».