Los viernes siempre son especiales para los espectadores de Com si fos ahir. La serie diaria de TV3 despide a los personajes temporalmente tras una semana marcada por todo tipo de historias. Hay que esperar unas horas para saber qué pasará en los próximos capítulos, pero lo particular de los viernes es que los guionistas siempre incorporan un giro de guion que puede ser trascendental. Las tramas más destacadas de estas semanas han puesto sobre la mesa diversos conflictos personales, parejas tóxicas, un intento de beso frustrado y unas confesiones que pueden cambiarlo todo.
Las jugadas de Eugeni tienen las horas contadas
En Com si fos ahir siempre ha habido personajes a los que les gusta jugar con las mujeres. Hombres dispuestos a saltar de víctima en víctima por placer, jugando incluso con sus sentimientos. Esta octava temporada, Eugeni (Oriol Vila) se ha convertido en el Romeo particular de la ficción catalana que lidera las tardes. Poco a poco, usando sonrisas, un tono de voz meloso y un refugio de lujo en el hotel, ha ido sumando conquistas a su lista que, por ahora, parece de récord. Cristina (Carlota Olcina) pasó de creer que sería una aventura esporádica a establecer sentimientos reales por Eugeni. Él ha hecho ver que también sentía lo mismo, pero a sus espaldas se ha estado enredando con sus amigas. El juego del seductor en estado puro.
En los últimos capítulos, ha sumado más nombres a la lista. Dos mujeres que siempre han presumido de su capacidad de control, pero que han caído de cuatro patas ante un par de miradas profundas. No se entiende cómo Gemma (Àurea Márquez) y Cèlia (Sara Espígul) han podido ser tan ingenuas. La primera, a pesar de resistirse, no pudo evitar pasar por el hotel y cumplir el sueño de una noche de pasión con él. Sin embargo, además de ocultar su secreto a la socia de la Barnateca, se ha dedicado a dar consejos a Cristina para que se aleje de él. Por otro lado, nadie entiende lo que hizo Cèlia. Está felizmente emparejada con Quique (Biel Duran) pero decidió que de sorpresa, tenía ganas de besarle. No contenta con su infidelidad, quiso rematarlo todo quedando en el hotel para hacer una reunión de la consultoría y, de paso, irse a la cama con él.
Las confesiones de dos amigas
En este capítulo del viernes 6 de junio, Cèlia y Gemma han quedado en el Flora para hablar, aunque la conversación se ha convertido en una serie de confesiones vergonzosas. La socia de la consultoría esconde un secreto picante, pero desde que vio cómo Eugeni se besaba con Cristina, ha empezado a preocuparse. No por celos, sino porque teme que el seductor hable demasiado y su aventura llegue a Quique. ¿Pero cómo puede mejorar la situación? Aprovechando este momento de secretos y confidencias, Gemma también le cuenta que ha caído en la trampa y ambas no pueden evitar morirse de la vergüenza. Siendo tan cuadriculadas y rectas, ¿cómo es posible que el mismo hombre las haya podido engañar de esta manera? Recordando capítulos anteriores, Gemma llegó a poner la mano en el fuego con Sílvia (Montse Germán) afirmando que era imposible que Cèlia también formara parte del club de fans de Eugeni. Resulta que no podía estar más equivocada…
Por su parte, Cristina sigue ilusionadísima con su supuesto novio, ignorando todas las señales contradictorias que indican que este hombre no es como ella quisiera. Después de reservar una mesa para cenar en un local de alto nivel de Barcelona, se encuentra con Eugeni entrando al restaurante con una mujer, usando una actitud demasiado afectuosa. ¿Empezará a sospechar de la fidelidad de Eugeni o preferirá mantenerse con los ojos vendados? Desesperada por sus sentimientos, Cristina acaba hablando con Gemma de sus sospechas, y la socia de la Barnateca intenta ayudarla confesándole que también se enredaron entre ellos. Quizás no es el mejor plan para hacerla sentir mejor, pero parece que ha funcionado para que pueda ponerle freno a Eugeni.
Cristina no puede evitar la atracción
La especialidad del seductor es esta, usar sus encantos para que las mujeres perdonen todo lo que hace mal. Cristina se enfada porque la ha engañado, pero al final, cambia los argumentos para hacerle ver que realmente la quiere. Bajo una promesa de fidelidad y una relación cerrada, la mujer acaba aceptando las disculpas y cierra su acuerdo con un beso. Resumidamente, Eugeni se ha ido a la cama con medio Comsi y admite que no creía que tuvieran ninguna relación con Cristina, aunque treinta segundos más tarde está dispuesto a formalizar su historia. No hay quien entienda los razonamientos de Cristina, pero es evidente que aún hay mentiras que no han salido a la luz y que pueden tambalear más de una pareja.
La relación de Patri y Bernat: toxicidad y manipulación constante
Los personajes más jóvenes cada vez protagonizan escenas más intensas. Desde hace unas semanas, Patri (Lua Amat) se ha ido haciendo pequeña bajo la sombra de un chico manipulador y narcisista. Bernat se presentó como un buen tipo, de buena clase y educado. Aparentaba ser tan bueno y magnífico que incluso logró que la chica dejara su relación con Toni pequeño (Oriol Cervera). Todo parecía muy bonito al principio, pero con los días se han ido abriendo grietas que demuestran su identidad. Un joven manipulador y tóxico, capaz de cambiar el curso de las conversaciones para que él sea el protagonista principal.
Primero fueron unos mensajes ignorados, una propuesta de mantener relaciones sin protección y una reacción desmesurada después de que la chica estuviera bailando con un amigo de Itzíar (Mar Ulldemolins). En el capítulo de este viernes, ha protagonizado una nueva escena vergonzosa. Patri y él han quedado para cenar y la chica, emocionada por estrenar un vestido muy bonito y diferente de su estilo habitual, espera recibir buenos comentarios. Cuando se encuentra con Bernat, no encuentra la reacción que esperaba.
Comienza a criticar su vestido, diciendo que ella debe ponerse la ropa que quiera, sin aparentar cosas que no es. Bajo un discurso supuestamente feminista, repitiendo frases de guía de autoayuda y con un mensaje muy claro entre líneas, logra que Patri regrese a casa para cambiarse de ropa. Cada comentario que recibe es un nuevo golpe contra su autoestima, haciéndola sentir pequeña y vulnerable. ¿Alguien se dará cuenta de que este chico es problemático para ella? Necesita alejarse pronto antes de que sea demasiado tarde. Un final de semana lleno de tensión en esta serie que, por ahora, dejará unas horas para poder reflexionar sobre todo lo que ha pasado estos días.
