El apagón eléctrico del pasado 28 de abril colapsó la mayoría de transportes públicos, que fueron recuperando progresivamente la actividad. No todos lo hicieron al mismo tiempo. Los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) y el metro se recuperaron mucho antes que Rodalies, que al día siguiente aún vivió una jornada caótica. Esta diferencia se explica en parte por el tipo de circuito eléctrico de cada servicio. El presidente de FGC, Carles Ruiz, ha explicado que, a diferencia de Renfe, los Ferrocarrils tienen la «ventaja de un circuito cerrado» en el ámbito eléctrico y también en cuanto al funcionamiento de la red. Este hecho les permitió retornar a la actividad mucho antes que sus compañeros de Rodalies, ha explicado el directivo en una visita al Vallès. El mismo Antonio Carmona, director de Rodalies, recordaba el martes que «no son redes comparables». Ruiz se ha expresado en esta dirección, tal como ha recogido la ACN: las líneas de tren de diferentes distancias y tipologías y el sistema de alimentación de Rodalies es “muy complejo”, ha reconocido.
Atterrizando sobre el terreno, ¿cuáles son las principales diferencias? En primer lugar, un único gestor controla toda la red de FGC, mientras que Rodalies vive a caballo entre Renfe -controla los trenes- y Adif -controla la infraestructura. En segundo lugar, el suministro eléctrico de Rodalies depende de la red nacional, con múltiples subestaciones eléctricas y un sistema más complejo. Por otro lado, el tramo que quedó afectado no es equiparable: Rodalies opera sobre una red que duplica la de FGC. Todo esto hace que la recuperación de Rodalies fuera más lenta que la de FGC o la del Metro de Barcelona.

Cronología de la recuperación: lenta y complicada
A pesar de esta casuística, Ruiz ha remarcado que fueron horas de incertidumbre y de mucha gestión. El directivo ha subrayado que fueron momentos “muy difíciles” para comprobar que el servicio se podía recuperar «con garantías». En un primer momento, los Ferrocarrils informaron que no podrían reanudar el servicio hasta el día siguiente, pero la buena evolución del apagón les permitió abrir las primeras líneas el mismo lunes por la noche. A primera hora de la tarde se habilitaron los primeros trenes de las líneas l’L6 (Sarrià), l’L7 (Tibidabo), l’L12 (Reina Elisenda) -Barcelona- y de las S1 (Terrassa) y S2 (Sabadell). Poco a poco el metro y el TRAM también iban recuperando el servicio y TMB informaba que alargaba el metro toda la noche.
Mientras tanto, el ministro de Transportes, Óscar Puente, avisaba en las redes que el servicio ferroviario estaría interrumpido en todo el Estado «hasta nuevo aviso». Un anuncio que secundaba Rodalies en las redes: «Seguimos trabajando para recuperar el máximo de frecuencias de Rodalies mañana, en este momento debemos recomendar el uso de transportes alternativos, ya que no podremos iniciar el día con normalidad», tuiteaba a las once de la noche. El día siguiente también fue caótico por la «inestabilidad de la tensión en la red eléctrica», informaba justamente Renfe.