Defensa, competitividad, políticas sociales, medio ambiente y migración: estos son los principales esos en que se centra la campaña electoral de las varias formaciones por las elecciones europeas que se celebrarán el 9 de junio. Ante las políticas de rearme que ha impulsado últimamente la Unión Europea (UE), las cuestiones sobre la defensa se han convertido en uno de los puntos principales de los manifiestos electorales de los partidos. Mientras que los conservadores marcan una línea discursiva dura en este aspecto, los progresistas se limitan a apostar por una mejor cooperación en este ámbito. De hecho, el Partido Popular Europeo, formación mayoritaria al hemiciclo con Ursula von der Leyen al frente, destina buena parte del manifiesto al ámbito de la defensa y se reivindica como «el único partido que ha mostrado consistentemente su voluntad para promover una defensa europea fuerte».

En este sentido, el manifiesto de los liberales de Renovar Europa considera «clave» aumentar las capacidades en defensa, desde la investigación hasta la cooperación militar, y «reforzar la defensa de la UE porque se refuercen tanto la de la OTAN como la europea»: «Nuestro foco tendría que estar en la defensa los próximos cinco años», apuntan. En cambio, la izquierda rechaza que «Europa se convierta en el escenario de una nueva Guerra Fría» y que participe en una «carrera armamentística»: «Queremos que Europa decida sobre su seguridad de forma autónoma e independiente de los Estados Unidos», argumentan en el manifiesto, donde consideran que es fundamental trabajar por la «paz» y no la guerra.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, durante su intervención en el debate del estado de la Unión Europea, celebrado en el Parlamento de Estrasburgo / ACN
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, durante su intervención en el debate del estado de la Unión Europea, celebrado en el Parlamento de Estrasburgo / ACN

Las divergencias en términos económicos

En materia económica, populares y liberales hacen hincapié en el impulso de la competitividad, mientras que los socialdemócratas, los Verdes y la izquierda tienen el foco en las políticas sociales. En el manifiesto de los populares europeos, además de centrar buena parte del argumentario al fomentar la competitividad, también ponen especial énfasis a «el reducir» la burocracia de las empresas. Una idea bastante similar a la que plantean los liberales: «La próxima Comisión Europea tiene que ser la ‘Comisión de la Inversión'», remarca el texto, que también defiende que hay que atraer inversión privada a Europa para que sea «más competitiva y sostenible». En cambio, los socialdemócratas defienden un plan de inversiones para las transiciones ecológica y digital y una estrategia para impulsar los productos hechos en la UE.

En este sentido, con una posición similar a la de los socialdemócratas, los Verdes plantean medidas sociales, como por ejemplo, una «red fuerte de seguridad social» y la permanencia del programa de apoyo a los trabajadores, para hacer las vidas de los ciudadanos «más seguras, felices y sanas». También consideran que es necesario fijar unos ingresos mínimos a Europa para «establecer un nivel adecuado de apoyo» en cada uno de los países y que se estudie la renta universal básica.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y Theresa «Terry» Reintke del Buendnis 90/Die Gruenen se saludan en el periodo previo a las celebraciones del 70.º cumpleaños en el edificio del Parlamento Europeo / EP

Medio ambiente, el otro foco de las europeas

En plena emergencia climática, el medio ambiente también es uno de los puntos más relevantes de las europeas. Por un lado, los conservadores reivindican la agenda verde como oportunidad económica, mientras que las formaciones progresistas defienden medidas para ayudar los más vulnerables en la transición. Este ha sido uno de los puntos que ha dividido más los populares europeos durante el último mandato. Ahora, con este manifiesto, reivindican las medidas verdes como una «oportunidad para construir la futura prosperidad» y apoyar a la industria «en la transición»: «Creemos que esta transición es esencial para el futuro de la competitividad», apuntan en el texto. En este sentido, la extrema derecha de los Conservadores y Reformistas Europeos consideran que hay que tomar medidas para paliar el cambio climático, pero que no causen un «coste innecesario» ni a las empresas ni en los estados miembro.

En cambio, la izquierda y los verdes defienden un pacto social con «inversiones masivas» para impulsar tanto la transición ecológica como los «estándares de vida» de los ciudadanos. La formación de izquierdas también quiere una «transformación ecológica, energética e industrial» y para avanzar al 2035 el objetivo de neutralidad climática de la UE. «Una transformación medioambiental radical tiene que ir acompañada de la lucha por la justicia social y la lucha contra la dominación del mercado para conseguir una transición justa hacia economías verdes», argumentan en el manifiesto del partido.

Imagen exterior del Parlamento Europeo | Europa Press

El auge de la migración abandera el discurso de la derecha

El último gran eje que centra la campaña, especialmente de las derechas europeas, es la migración -después del decreto sellado en Bruselas para endurecer los controles fronterizos. Los populares europeos quieren endurecer los controles y aumentar la cooperación con países terceros -replicando acuerdos como el de Túnez- y triplicar los agentes de las fronteras. Una de las cuestiones más polémicas es la apuesta para enviar los solicitantes de asilo a «países terceros seguros» porque se sometan allá al procedimiento de asilo. En este sentido, el manifiesto de la formación liberal apunta que hace falta «claridad y estabilidad» legal para los que buscan refugio en la UE y «compromiso para evitar las cuestiones que fuerzan la gente a marchar de casa suya». En cambio, los socialdemócratas consideran que hace falta un pacto migratorio que «respete los derechos humanos».

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