La Confederación de Entidades Soberanistas se ha reactivado y ha denunciado «el expolio» fiscal que sufren los Países Catalanes. La confederación -formada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Decidim-País Valencià y la Asamblea Soberanista de Mallorca (ASM)- ha presentado en Palma el proyecto Països espoliats.
Països espoliats quiere ser una propuesta sostenida en el tiempo a través de la cual se ofrezcan píldoras informativas breves pero rigurosas sobre la situación económica de Catalunya, las Islas Baleares y el País Valencià. Según los primeros datos hechos públicos, correspondientes al año 2022, «las Islas Baleares aportan un 21,2% más que la media estatal, y Cataluña, un 17,5% más, pero reciben mucho por debajo de lo que les corresponde: las Islas caen hasta la 9ª posición en recursos recibidos, y Cataluña, a la 10ª», detalla la confederación en un comunicado.
El País Valencià, a la cola
Por su parte, el País Valencià genera menos riqueza, pero es la última comunidad en financiación estatal recibida, lo que agrava aún más su situación.
⬛⬜ La Confederació d’Entitats Sobiranistes es reactiva i presenta el projecte “Països Espoliats” per denunciar l’espoli fiscal als Països Catalans
— Assemblea Nacional Catalana (@assemblea) June 21, 2025
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Mientras los Países Catalanes se ven perjudicados por las políticas estatales, «comunidades como Extremadura o Cantabria, con riquezas inferiores, son favorecidas con diferencias que llegan a superar los 40 puntos porcentuales, consolidando un sistema injusto, opaco y profundamente desequilibrado», indican las entidades soberanistas.
Con Lluís Llach, Consol Barberà y Joan Planes
El acto de Palma contó con la presencia del presidente de la ANC Lluís Llach, la presidenta de Decidim Consol Barberà y el presidente de la ASM Joan Planes. «Este expolio no es solo un problema económico: es un obstáculo político para nuestro desarrollo como pueblo. Necesitamos soberanía para decidir cómo gestionamos nuestros recursos», resumió Llach.
En opinión de Barberà, «en el País Valencià, sufrimos una doble injusticia: aportamos como una comunidad rica y recibimos como si fuéramos pobres». Y Planes destacó que «el Estado español nos trata como una colonia económica: recauda con mano de hierro y devuelve con cuentagotas».
