Afortunadamente, el accidente de coche lo sufrió solo. Este podría ser el resumen más importante de una de las últimas detenciones de los Mossos d’Esquadra en el Moianès. Concretamente, el arresto de un conductor este primero de febrero, que sufrió una salida de vía, muy aparatosa, en la carretera C-59, en el punto kilométrico 32.4, en el término municipal de Castellterçol. Según informa el cuerpo policial, el siniestro se registró alrededor de las ocho y cuarto de la mañana. Los vecinos alertaron del accidente y de la presencia del vehículo estrellado en uno de los prados del altiplano de la comarca, pero no del supuesto conductor.
Al llegar los Mossos d’Esquadra de la zona así como una unidad de tráfico siguieron el rastro y localizaron al conductor bien escondido tras unos arbustos con evidentes síntomas de embriaguez, que ni el susto le habían hecho pasar. En resumen, los Mossos le hicieron la prueba de alcoholemia, no sin esfuerzo, y constataron sus sospechas, dando un resultado más que positivo de 1,12 mg/li, casi cinco veces más que el límite permitido, y eso que no eran ni las nueve de la mañana.
La sorpresa no acaba aquí
Los Mossos, una vez identificaron al conductor, de 31 años, detectaron que tenía una orden de detención e ingreso en prisión por parte de un juzgado de Barcelona. Un cambio de paradigma, que supuso su detención y puesta a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Granollers. Además, los Mossos d’Esquadra lo denunciaron penalmente por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
El accidente se registró en un punto relativamente fácil de conducción y visibilidad por las rectas que supone el enlace de Castellterçol con la capital, Moià. De hecho, es un punto controlado por radar por la facilidad de acelerar en una vía de doble sentido, que goza de una altísima visibilidad frontal y lateral.
