Llega el otoño y, como cada año, la montaña y la naturaleza vuelven a cobrar un gran protagonismo en las actividades de fin de semana de cientos de miles de catalanes. Tras los últimos chubascos de verano, en algunas zonas boscosas del país ya comienzan a crecer las primeras setas, lo que ya anima a algunos aficionados a adentrarse en el bosque en su búsqueda. Otros, sin embargo, prefieren subir montaña arriba y hacer largas rutas, las cuales, a menudo, tienen un cierto grado de complejidad no apto para todos. Sea como sea, cuando las excursiones son largas, se necesita un refugio donde pasar la noche, pero también son puntos para visitar durante el trayecto aunque no se pernocte. Estos son algunos de los mejores refugios a los que se puede acudir
Refugio Colomina (2.420 metros)
El edificio del refugio Colomina, en la comarca del Pallars Jussà, se construyó a orillas del lago que lleva el mismo nombre en el año 1917. Está preparado para acoger un total de 49 personas. En la planta superior se han ampliado los dormitorios, con el objetivo de tener una mayor amplitud de espacio y también se ha reformado la escalera interior para mejorar las condiciones de uso y seguridad de los excursionistas. Está situado en una zona con una gran variedad de posibilidades excursionistas tanto en verano, con la popular travesía Carros de Foc, como en invierno, con el esquí de montaña.
Refugio Estanys de la Pera (2.357 metros)
Elevado a 2.357 m de altitud, el refugio Estanys de la Pera se encuentra en la vertiente sur del puerto de Perafita, junto a los lagos de la Pera. Situado en la comarca de la Cerdanya, tiene una capacidad para 35 personas y, según la Federación de Entidades Excursionistas de Cataluña, es un destino muy adecuado para descansar durante una larga excursión por la montaña.
Refugio Josep Maria Blanc (2.320 metros)
Otro de los refugios más emblemáticos es el de Josep Maria Blanc, situado muy cerca de Espot (Pallars Sobirà). A 2.320 metros de altitud, este refugio se eleva por encima de las aguas del lago Tort de Peguera, uno de los lagos más idílicos del Pirineo catalán. Con los años se ha convertido en uno de los espacios de este tipo más concurridos del país, ya que es una parada indispensable en la popular travesía de los Carros de Foc, que cruzan el parque nacional de Aigüestortes y el lago de Sant Maurici. Además, es un refugio muy bien equipado, con servicio de ducha y agua caliente, comida, y varios lugares para dormir.
Subida al Refugio Josep Maria Blanc, Espot🗻 pic.twitter.com/GEe6ob83jI
— Cesc Guasch (@cescvisuals) October 19, 2020
Refugio Certascan (2.240 metros)
Situado en la comarca del Pallars Sobirà, el refugio de Certascan se encuentra a 2.440 metros de altitud. Con una capacidad para 40 personas, el refugio ubicado cerca del lago de Certascan, a pocos kilómetros de la Pica d’Estats, ofrece servicio de agua caliente, comida y bebidas y calefacción. Desde la página web de la Federación de Entidades Excursionistas de Cataluña lo recomiendan para las actividades de alpinismo y escalada que ofrece.
Refugio de Ulldeter (2.236 metros)
El refugio de Ulldeter, cerca de Setcases (Ripollès), es otro de los refugios más recomendados del país, ya que es uno de los puntos de la ruta de tres refugios que pasa hacia el santuario de Núria y de Queralbs. Situado a 2.236 metros de altitud, este espacio también está muy recomendado por los expertos como un buen campo base para iniciarse en el mundo del montañismo. Al igual que el refugio Josep Maria Blanc, este espacio está muy bien equipado para cubrir las necesidades de los excursionistas.
