El feminismo ha conseguido situarse en el centro del debate, todo un logro a pesar de que continúe teniendo asignaturas pendientes. Desde que nació en Francia durante la Revolución Francesa, el feminismo ha tenido cuatro grandes oleadas: la inicial en Francia; la segunda, que engloba desde el siglo XIX hasta medios del XX; la tercera, durante el último tercio del siglo XX y la actual, con la que se ha ramificado. Actualmente hay varios tipos de feminismos o de puntos de vista sobre el movimiento, algunos de los cuales enfrentados por las diferentes concepciones, por ejemplo, del género y del sexo y, otros, que han quedado atrás en el tiempo.

Estos son 7 tipos de feminismos muy extendidos que es probable que se encuentren en la manifestación de este 8-M:

1. Feminismo radical

Esta corriente nació durante la segunda oleada feminista, hacia el 1960, en aquel momento estrechamente relacionado con las ideas marxistas. El objetivo de este feminismo es cambiar el sistema patriarcal que favorece la opresión de la mujer, retomar el control sexual y reproductivo de las mujeres, aumentar su poder económico, cultural y social y destrozar las jerarquías. Para todo esto, promueve la creación de organizaciones no jerárquicas, solidarias y horizontales. Adopta el nombre no por una radicalidad en las ideas sino porque es un feminismo de raíz.

El feminismo radical ve en el patriarcado y la familia la fuente de la opresión de las mujeres y subraya que “lo personal es político”, por lo cual la esfera pública y la privada están estrechamente relacionadas. Esta frase la pronunció por primera vez una de las máximas representantes del feminismo radical de la historia, Kate Millet.

2. Feminismo liberal 

El feminismo liberal busca la igualdad de la mujer dentro del mismo sistema, pero no lo critica. Pide que se incluya a la mujer en el modelo social de acuerdo con su idea principal, que las mujeres pueden liberarse dentro de la sociedad establecida sin necesidad de un cambio en el modelo productivo del capitalismo. Esta corriente lucha por los derechos reproductivos, el derecho a recibir el mismo sueldo por el mismo trabajo, el derecho a voto, la eliminación de la violencia de género y el derecho de las mujeres a pertenecer y liderar organizaciones civiles.

Esta corriente es contraria a la discriminación positiva y, por lo tanto, a las cuotas que defienden otros feminismos para llegar a la igualdad. Da muy de peso a las acciones individuales para poner fin a la desigualdad entre hombres y mujeres y nació con la primera oleada del feminismo, vinculado al laissez faire del liberalismo político.

3. Feminismo socialista 

Esta corriente nació a finales del siglo XIX, durante la primera oleada del feminismo, que coincidió con el inicio del movimiento obrero. Inicialmente, pedía la incorporación de la mujer al mercado laboral con el argumento de que para liberarse las mujeres necesitan independencia económica que solo pueden ganar con su propio trabajo y unas condiciones laborales dignas. El feminismo socialista critica el capitalismo y el patriarcado a la vez, al contrario que el liberal, y considera que la opresión solo acabará si se modifican el sistema capitalista y los aspectos culturales del sometimiento de las mujeres.

El feminismo socialista denuncia también que las mujeres están doblemente discriminadas: por cuestiones de clase, lo que atribuyen al capitalismo, y por cuestiones de género, lo que depende del patriarcado y la construcción tradicional de la sociedad.

Una pancarta de la manifestación del 8M donde se puede leer «no seré una mujer libre mientras haya mujeres sometidas» el 8 de marzo del 2020. (Horizontal)

4. Feminismo abolicionista 

Muchas autoras feministas consideran que el movimiento tiene que ser 100% abolicionista. Esta corriente del feminismo busca romper con los elementos patriarcales que denigran a las mujeres. Esto incluye la pornografía, la gestación subrogada y, claro está, la prostitución. El feminismo abolicionista rechaza frontalmente cualquier tipo de regulación de la prostitución porque considera que se tiene que luchar contra cualquier clase de explotación comercial y sexual del cuerpo femenino. Nació en el último tercio del siglo XIX y ha ido transformándose con el paso del tiempo para adaptarse a los cambios sociales. Actualmente, hablar de abolicionismo es hablar también de acabar con la ideología de identidades y de género para poder acabar con los roles sexuales y sociales determinados por el patriarcado. Algunas de las feministas abolicionistas de referencia son Angela Davis, Gina Diente o Beth Richie.

5. Feminismo separatista 

Esta corriente, quizás más desconocida, cree que las mujeres se tienen que separar de los hombres para que puedan tener espacios seguros y desarrollarse plenamente. Mucha de la teoría relacionada con esta corriente tiene que ver con el lesbianismo, cosa que hace que muchas veces se considere el feminismo separatista como separatismo lésbico. El feminismo separatista cree que las mujeres tienen derecho a espacios separados por sexo para mantenerse seguras y en muchos casos esta separación no es solo con los hombres, sino que también con mujeres trans.

El feminismo separatista se puede traducir en que las mujeres no participan en actividades mixtas, se organizan solo en entidades de mujeres, forman parte únicamente de grupos culturales de mujeres e incluso se niegan a mantener relaciones sexuales con hombres a pesar de que sean su preferencia sexual. Una de las máximas exponentes de este feminismo es Marilyn Frye: “La inmensa mayoría de las feministas practican cierta separación con los hombres y las instituciones que ellos dominan. Una separatista practica la separación de forma consciente, sistemática y aboga por una separación profunda como parte de una estrategia liberadora”.

6. Transfeminismo

Este corriente es propio de la cuarta oleada del feminismo y lucha por los derechos de las personas transexuales. Cuestiona el binarismo de género, es decir, que haya solo hombres y mujeres. La activista transfeminista Emi Koyama lo define como “un movimiento de y para mujeres trans que ven que su liberación está intrínsecamente ligada a la liberación de todas las mujeres”. Esta corriente también incluye a personas queer, intersexuales, hombres trans, mujeres no trans, hombres no trans y todos aquellos que creen que hay que defender los derechos de las mujeres trans.

7. Ecofeminismo

La corriente del ecofeminismo, que nació de la mano de Françoise de Eaubonne en 1974, junta tres movimientos previos, el pacifista, el feminista y el ecologista. El ecofeminismo denuncia la opresión de la mujer así como la explotación del planeta, la fauna y la flora por parte, sobre todo, de los hombres. Según esta teoría, el patriarcado somete a los seres vivos y la naturaleza además de los cuerpos de las mujeres. La lucha principal de estas feministas se dirige contra el patriarcado capitalista, la visión mecanicista del mundo y la violencia.

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