El cáncer de mama es uno de los tumores malignos más frecuentes entre las mujeres en edad adulta. Según datos del Departamento de Salud, afecta doce de cada 10.000 mujeres en Cataluña. Esta masa celular que se origina en el tejido de la glándula mamaria se puede combatir de varias maneras: a través de cirugía, quimioterapia -es decir, el uso de medicamentos específicos que tienen como objetivo destruir las células cancerosas-, radioterapia, terapia hormonal y terapia biológica. Históricamente, uno de los métodos más efectivos para combatir el tumor ha sido el vaciado de los ganglios, es decir, la extracción de los ganglios afectados por la metástasis. A pesar de que es una medida efectiva, también tiene consecuencias que afectan la calidad de vida de los pacientes, como por ejemplo que la zona de drenaje de la linfa -el líquido que sirve, entre otros, para defender el cuerpo de patógenos externos- queda obstruida provocando acumulaciones de líquido linfático a las extremidades. Es por este motivo que los investigadores han dedicado décadas a encontrar un tratamiento más efectivo a largo plazo.
Uno de los métodos alternativos es la técnica quirúrgica del ganglio centinela, término con que se denomina el primer ganglio donde van a parar las células del tumor. Teniendo en cuenta que toda la linfa que proviene de esta zona tiene que pasar primero por este ganglio antes de proseguir el camino hacia el resto de ganglios, detectar si hay células cancerosas en este punto de la cadena linfática permite evitar que se extienda la metástasis. A pesar de que los efectos de esta cirugía son positivos para la calidad de vida del paciente, se trata de un proceso muy invasivo. Ahora, pero, el Hospital de Mataró cree haber encontrado una solución. La cirujana Sandra López, coordinadora de la unidad de patología mamaria, es la encargada de liderar un estudio multicéntrico sobre la detección del ganglio centinela con fluorescencia en pacientes con cáncer de mama, y ha recibido una beca de 10.000 euros para ponerlo en marcha. A banda, el equipo investigador también está formado por los cirujanos Neus Ruiz y David López, los ginecólogos Cristina Serra y Pau Nicolau y la enfermera Marta de la Iglesia, los cuales también forman parte de la unidad de patología mamaria.
Los beneficios del nuevo método
Con este estudio, los investigadores pretenden probar que es posible detectar el ganglio centinela con verde de indocianina fluorescente -un tinte visible con infrarrojos útil para identificar estructuras anatómicas-, un método menos invasivo, y garantizar la misma tasa de acierto que con la técnica tradicional. Según apuntan los encargados de la investigación, este nuevo mecanismo de detección permitirá «mejorar la seguridad de los pacientes evitando la exposición a radiaciones ionizantes», es decir, el tipo de radiación que se utiliza en los tratamientos de radioterapia. También permitirá dotar de «más autonomía» a los cirujanos y de más «independencia» los servicios de medicina nuclear, y reducir el coste del tratamiento, puesto que se evita el traslado de los pacientes en otros centros médicos para recibir la inyección del tecnecio 99 -el método tradicional que se ha implementado hasta ahora para detectar el ganglio centinela.

Para determinar si este nuevo método teorizado es efectivo se llevará a cabo el estudio con cerca de 900 pacientes de quince hospitales catalanes, entre los cuales el de Mataró, que encabeza la investigación. A banda, también se extenderá la investigación a pacientes de hospitales del País Valenciano, como por ejemplo el Hospital de la Requena, y centros sanitarios de la capital española.
El ganglio centinela, clave en la lucha contra el cáncer de mama
Uno de los grandes adelantos en la lucha contra el cáncer de mama de la última década es focalizar la intervención en el ganglio centinela, puesto que esto permite evitar el vaciado de ganglios y sus posteriores consecuencias negativas. De hecho, un estudio elaborado por el Hospital de Mar en 2012 ya apuntaba que poner el foco sobre el ganglio centinela tenía grandes beneficios sobre el bienestar de los pacientes: «Hasta ahora, había cierta controversia en los beneficios en términos de calidad de vida en las pacientes sometidas a biopsia del ganglio centinela comparado con el vaciado de los ganglios» argumentaba Roser Belmonte, médica del departamento de medicina física y rehabilitación del Hospital Mar, en las conclusiones de la investigación.
Con el foco puesto sobre el ganglio centinela, los investigadores concluyeron que mejoraban las tareas de prevención y ayudaban a combatir la raíz del tumor antes de que se extendiera rápidamente por el organismo. Es decir, a pesar de que la lucha contra el cáncer de mama continúa siendo dura, las consecuencias de la enfermedad se podían combatir más rápidamente para mejorar la calidad de vida de la paciente. Ahora, el Hospital de Mataró arranca un nuevo estudio para dar un paso más en la práctica clínica contra cáncer de mama.