El decano del Colegio de Fisioterapeutas de Cataluña, Ramon Aiguadé, ha criticado con fuerza a la consejera de Salud, Olga Pané. En una entrevista a la Agencia Catalana de Noticias (ACN), el decano ha querido dejar claro que los 400 profesionales que se han incorporado a la atención primaria en los últimos dos años son «insuficientes» para cubrir las necesidades del sector, y advierte que aún faltan muchísimos profesionales dentro del sistema sanitario público. En esta misma conversación, Aiguadé reclama a la nueva titular de la cartera que «apoye» la fisioterapia pública. De momento, sin embargo, estas figuras han quedado excluidas del grupo de expertos que la misma consejera ha articulado para reformular el sistema sanitario catalán.
Para el decano del Colegio de Fisioterapeutas catalán aún faltan, como mínimo, unos 1.500 o 1.600 profesionales para llegar a los 2.000 nuevos fisioterapeutas en el sistema público de salud y reducir las listas de espera y agilizar los tratamientos. Un objetivo que ya se marcó el Parlamento de Cataluña en el año 2020. En esta línea, Aiguadé también asegura que la actual cartera de servicios de los fisioterapeutas es “escasa”, motivo por el cual considera que debería ampliarse. «Estamos condenando a muchos ciudadanos a la fisioterapia privada y la población más desfavorecida no tiene acceso. No puede ser que la fisioterapia termine convirtiéndose en un lujo solo al alcance de unos pocos», asegura.

El peso de la fisioterapia privada
El decano del colegio recuerda que, actualmente, la fisioterapia concentra el grueso mayoritario de los profesionales del sector. Concretamente, según detalla, de los 13.000 colegiados que hay en estos momentos, cerca de un millar trabajan en el sistema sanitario público, mientras que muchos trabajan en empresas o, sobre todo, son autónomos en centros pequeños de dos o tres profesionales. Esta falta de profesionales en la pública se añade, según denuncia, a la escasez de recursos que le dedica el departamento. Una tendencia que considera que hay que revertir, ya que la fisioterapia es una profesión muy «rentable» para el sistema sanitario público.
A modo de ejemplo, Ramon Aiguadé asegura que una persona que acude a un centro de atención primaria (CAP) con un esguince en el tobillo podría obtener mejores resultados si se le tratara, directamente, con fisioterapia: «Probablemente le dará [el médico de cabecera] un antiinflamatorio y al cabo de unos días, si no ha funcionado, volverá al médico de familia, que pedirá unas pruebas complementarias. Después será derivado al médico especialista, que quizás pedirá más pruebas, y en este proceso habrá pasado tanto tiempo que probablemente la única solución que tendrá este paciente es quirúrgica», argumenta. Es por este motivo, pues, que Aiguadé considera que se podrían obtener buenos resultados y de manera más económica con fisioterapia.




