Los Mossos d’Esquadra se modernizan. La policía catalana ha incorporado siete equipos de alta tecnología para hacer estudios forenses y poder investigar con mucha más precisión los hechos criminales que están vinculados con armas de fuego. De hecho, la Generalitat ha invertido más de un millón de euros para dotar los Mossos de instrumentos como lectores de entornos con láseres, cámaras de alta velocidad o dispositivos que determinen la distancia a que se ha disparado una arma.

Según explican los Mossos el incremento del uso de armas de fuego viene por la rivalidad entre bandas de narcotraficantes, especialmente vinculadas con el cultivo y comercio de marihuana. De hecho, durante el año pasado hubo 13 homicidios, registrados, con arma de fuego, lo que supone que son cuatro por encima de la media de los últimos 10 años.

El jefe de la policía científica de los Mossos, el intendente Xavier Sellart, bajo la mirada del comisario jefe, Eduard Sallent. | Albert Segura (ACN)

Mejorar la capacidad de los Mossos

Los nuevos dispositivos se han destinado a la Unidad de Balística y Trazas Instrumentales de la policía catalana que suponen una mejora notable de la capacidad de estudio de la escena de un crimen, establecer las distancias desde las cuales se ha disparado una arma o si dos balas se proyectaron desde una misma pistola. Eduard Sallent, comisario en jefe de los Mossos, señala que estos dispositivos sitúan los Mossos «en la vanguardia de este tipo de investigaciones a nivel de Europa«.

Estas mejoras entran en la línea estratégica 2024-2030 de la Unión Europea en materia de ciencias forenses y el objetivo es incrementar la resolución de investigaciones vinculadas al crimen organizado, establecer conexiones entre varios hechos, encontrar impactos de rasgos o entrar en la escena de un crimen desde un ordenador. Es decir una mayor eficacia, mejor determinación y precisión en la hora de resolver los diferentes casos en los cuales se han visto involucradas armas de fuego.

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