Este primer sábado de agosto está claramente marcado por la espectacularidad de las llamas que queman en estos momentos en el Empordà. Hace unas 20 horas se originó el fuego cerca del pantano de Portbou, y en estos el fuego continúa vivo, puesto que el fuerte viento de tramontana dificulta en el cuerpo de Bomberos las tareas de extinción. En esta intervención, pero, no ha participado la mayoría de bomberos voluntarios que conforman el modelo mixto por el cual apuesta el Departamento de Interior. Durante las últimas semanas el polvo entre el Departamento y los voluntarios había ido subiendo de tono, y hace unos días que estos habían avisado que si el Gobierno no aceptaba las suyas demandas volverían a hacer una «protesta encubierta» como la que hicieron al incendio de Rasquera del 2012.
Ahora, con este fuego en marcha, la «protesta encubierta» se ha convertido en una realidad. Todos los parques de bomberos voluntarios de la Región de Girona, la mitad de la Región Sur y de la región Norte, y algunas otras regiones han informado que todo su personal «no está disponible» y que, por lo tanto, no harán ningún servicio. Según una encuesta realizada en un grupo de Telegram con 670 bomberos voluntarios a la cual ha tenido acceso

Quejas de la ADF
Este mismo sábado la Asociación de Agrupaciones de Defensa Forestal del Alt Empordà (ADF) ha emitido un comunicado conjuntamente con el Secretariado de ADF’s criticando la gestión de Interior con el incendio de Portbou. Desde la asociación lamentan que «la dirección de Bomberos del incendio ha decidido no permitirlos trabajar». Otra de las quejas que recogen en este comunicado es la aplicación del Plan de Actuación del Grupo de Intervención (PAGI), puesto que creen que desde el cuerpo de Bomberos de la Generalitat están «despreciando los recursos disponibles formados»: «Desde la Federación de ADF del Alt Empordà y desde el Secretariado de Federaciones y ADF’s de Cataluña consideramos que no utilizar los recursos disponibles con la excusa que no se quiere ser el responsable legal es una decisión que el país y no se puede permitir y hace falta que se revierta», afirman con contundencia.
Un momento de punto muerto
Todo y los reproches, los Bomberos continúan trabajando para controlar el incendio de Portbou. Según ha explicado el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, el fuego se encuentra en un «momento de punto muerto». Esperan que la bajada de la tramontana permita finalmente incorporar los hidroaviones, puesto que no han podido sobrevolar la zona para descargar agua a los focos activos. Todo y los problemas, pero, el cuerpo sí que ha conseguido elevar siete helicópteros cargados con agua, a pesar de que no son dotaciones suficientes. En estos momentos, según la última actualización, el fuego ha calcinado 573 hectáreas.
De momento se mantienen los confinamientos de Colera, Portbou y las urbanizaciones del norte de Llançà. Ahora bien, según como evolucionen las llamas esta tarde es posible que se acabe levantando. Una situación, pero, que todavía es temprano para prever.