Los internos con delitos de sangre todavía pueden ser asignados a las cocinas de las prisiones catalanas. Así lo expone una circular del anterior Departamento de Justicia, liderado por Gemma Ubasart, que han avanzado este viernes el ARA y Ser Catalunya. El texto clasifica los puestos de trabajo y considera de especial riesgo algunos talleres productivos industriales, la cocina, la panadería, la lavandería, las tiendas y trabajos fuera de los módulos como la jardinería o los almacenes. Aun así, la nueva Conselleria, asegura que esta circular todavía no ha entrado en vigor y han indicado que si se detectan aspectos «susceptibles de mejora» en el texto se harán cambios. En el caso de las cocinas, el documento dicta que no podrán trabajar aquellos que hayan sido en celdas de aislamiento durante los últimos dos años. Además, establece que los especialistas tendrán que evaluar si el preso está cumpliendo un programa individualizado de tratamiento, especialmente el apartado en lo referente a reducir el riesgo de conductas violentas. A banda, el incumplimiento de este programa también puede motivar la suspensión del trabajo.
Por otra parte, en los requisitos para entrar a trabajar a las cocinas de los centros penitenciarios, se mantiene que el preso tenga un test Riscanvi -que mesura el grado de reincidencia- que no sea alto. A banda, una Unidad de Seguridad Interior realizará un «análisis de idoneidad» para evaluar si el preso está preparado para trabajar. Aun así, el nuevo equipo de la Conselleria ya ha avisado que está en proceso de revisión de todos los sistemas. Mientras tanto, han señalado, se está “extremando la seguridad al máximo en los centros y revisando los criterios”.

Esta nueva circular se ha hecho pública casi medio año después de que un recluso de Mas d’Enric asesinara una de las cocineras del centro penitenciario. El crimen inició un ciclo de movilizaciones de los funcionarios de prisiones sin precedentes. El departamento de Justicia, entonces liderar por ERC, pidió en las prisiones que reevaluaran les presos que trabajaban a las cocinas a la espera de una circular que unificaría los criterios por los cuales los internos pueden trabajar en las prisiones.
Ya se ha apartado un preso de las cocinas
Esta misma semana, Justicia anunció que habían retirado de forma preventiva de la cocina del Centro Penitenciario de Ponent un preso que había sido condenado por asesinato. Desde fuentes sindicales ya explicaron a la ACN que el preso en cuestión era uno de los que se había echado de la cocina a raíz del asesinato en Mas d’Enric y apuntan que no los consta que se haya modificado la normativa, ni ahora, ni antes, pero apuntan que, puesto que en su momento se tomó «la lógica decisión» de tener este perfil de internos fuera de determinados destinos laborales, no se entiende que ahora se hubiera hecho «un paso atrás».





