Esther Niubó (Barcelona, 1980) ha aceptado el encargo de pilotar la consejería de Educación y Formación Profesional -que este año incorpora este segundo término en la nomenclatura oficial del departamento- asumiendo el contexto de malestar por parte de la comunidad educativa, que se ha mostrado muy crítica con las últimas decisiones de la hasta ahora responsable de la cartera, la republicana Anna Simó. Durante el acto simbólico de relevo de la consejería, Niubó ya expresó su voluntad de conseguir la «complicidad» de los docentes en esta nueva etapa. Una voluntad que también expresan los sindicatos del sector consultados por El Món, que consideran que es el primer escollo que tiene que superar la nueva consejera para garantizar el «buen funcionamiento» del sistema educativo durante los próximos años. «Niubó se enfrenta, de entrada, al gran reto de enderezar la educación en Cataluña», asevera la portavoz nacional de USTEC, Iolanda Segura.

«Escuchar a la escuela»

Para hacerlo, los diversos sindicatos de docentes coinciden que es fundamental dotar el sistema educativo de «más inversión» y «financiación», puesto que se trata de la pieza clave para poder hacer frente a las principales reclamaciones del sector y «recuperar la confianza» de la comunidad educativa. «Es fundamental que escuche y recoja las peticiones de la parte social de Educación [es decir, los sindicatos de docentes, los cuales se reúnen con la administración a las Mesas Sectoriales] para que haya una negociación real», argumenta la portavoz de Comisiones Obreras (CCOO), Teresa Esperabé. Una idea con que también coincide el miembro del consejo catalán para el FP de UGT Jesús Martín, que asegura que la nueva consejera tiene «muchos» retos delante. De hecho, en este sentido, los sindicalistas consideran que, teniendo en cuenta que la nueva responsable de la cartera «no tiene un perfil técnico», puesto que está licenciada en ciencias políticas por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y no ha hecho carrera como docente -a pesar de que sí que ha sido vinculada a la enseñanza a través de su papel en la Comisión de Educación del Parlamento-, «es básico» que escuche a las personas que viven la escuela «cada día».

La consejera saliente, Anna Simó, libra el dosier bisiesto a la nueva consejera de Educación y Formación Profesional, Esther Niubó / Blanca Blay (ACN)

Dotar el sistema educativo de más recursos económicos

Una de las primeras piedras en el zapato con que topará Niubó en su nueva etapa como consejera es la persistente reclamación de la comunidad educativa de incrementar el volumen de recursos económicos que se destinan a la enseñanza. Tal como ya lo han reclamado varias ocasiones en el pasado -como en el momento que Simó cogió el testigo de Josep González Cambray-, Esperabé considera que es necesario aumentar el PIB que se destina en Educación hasta el 6%. Una medida que ya se ha puesto sobre la mesa en varias ocasiones, y la formación socialista ya ha expresado su voluntad de cumplir con este incremento económico: «Sin más recursos económicos no se pueden resolver los problemas de base», argumenta.

En esta misma línea, para el representante sindical de UGT también es necesario contar con «más recursos económicos» para poder «mejorar» las condiciones laborales de los profesionales: «Entre los diferentes aspectos que se resuelven con más dinero, uno de ellos es el atraso de la equiparación salarial al personal de formación profesional [una compensación económica en comparación a los docentes de secundaria que se tenía que llevar a cabo este pasado mes de julio, pero que finalmente la anterior consejería alargó hasta el mes de octubre]. Insistimos, ‚donde son los 33 millones de euros [cifra con que el departamento tenía que llevar a cabo la equiparación] acordados?», exclama Jesús Martín. Para el portavoz de la Intersindical, Marc Martorell, con más recursos económicos también se permitiría «satisfacer la carencia de docentes del sistema público», que es uno de los grandes agravios que ha puesto reiteradamente en la comunidad educativa en pie de guerra.

El presidente del Gobierno, Salvador Isla, hace un discurso en el acto de toma de posesión de los nuevos consejeros / Marc Font / ACN

Garantizar el uso del catalán al aula y potenciar la escuela inclusiva

Otro de los grandes retos a los cuales tendrá que hacer frente Esther Niubó es extender la presencia del catalán en todos los centros educativos. Por su parte, desde CCOO consideran que defender la «inmersión lingüística» es uno de los pilares fundamentales para conseguir trabajar en una educación inclusiva -una de las asignaturas comenzadas durante la última consejería, pero que todavía hay que continuar desplegando. Ahora bien, Marc Martorell también recuerda que la nueva responsable de la cartera ha hecho afirmaciones en el pasado pidiendo el cumplimiento de la orden del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que obliga los centros a cumplir la sentencia del 25% de castellano en la escuela: «Conocemos frases suyas como que la escuela no está por encima del catalán, y esto también es indicativo de cuál será la política sobre la lengua a Educación», argumenta el portavoz de la Intersindical.

Para la portavoz nacional del sindicato mayoritario del sector también es esencial «aumentar la plantilla» de los centros educativos para poder «reducir las ratios» -otra de las reclamaciones persistentes que, según los expertos, también permitiría mejorar los resultados académicos- y adecuar el sistema a las necesidades al alumnado: «Hay que hacer valer el trabajo de las personas que nos dedicamos a la enseñanza. No solo con buenas condiciones laborales, sino también con más formación», argumenta Iolanda Segura. En esta misma línea, y coincidiendo con las otras organizaciones sindicales, también considera que es muy importante «recuperar la democracia en los centros», puesto que a causa del decreto de plantillas -el cual ha ocasionado, de rebote, un fuerte follón en la adjudicación de plazas públicas para el curso próximo- y el gran «poder» que han ejercido algunas direcciones, muchos claustros han perdido la capacidad de decisión.

Dos mujeres llevan un ataúd con la palabra ‘Educación’ inscrita durante una protesta / EP

Desplegar la formación profesional

Por otro lado, desde UGT y CCOO también consideran que la nueva consejera también tiene que invertir muchos esfuerzos a desplegar totalmente la formación profesional y trabajar para resolver las carencias que han ido apareciendo en los últimos años. Para Jesús Martín, es fundamental desplegar la ley de FP»; impulsar el «decreto de orientación educativa» -el cual la ex consejera Anna Simó ya dejó prácticamente terminado, pero que todavía no se ha aprobado definitivamente-, para combatir el abandono escolar; y «mejorar la oferta de prácticas» de los alumnos de FP, puesto que con la aplicación de la ley estatal de FP Dual los estudiantes están obligados a llevar a cabo más horas de prácticas empresariales, pero no siempre es sencillo para los centros encontrar compañías donde destinar los alumnos.

A banda, el representante sindical de UGT también considera que es esencial trabajar por «resolver los problemas de movilidad del alumnado»: «Se han hecho esfuerzos al mejorar las conexiones internacionales, pero tenemos un gran problema de intramobilidad. ¿Cuántos alumnos se tienen que desplazar de comarca o veguería para estudiar y no tienen como hacerlo?», se pregunta Jesús Martín, que asegura que «ningún Gobierno» ha afrontado esta problemática. Estos son los grandes retos a los cuales Esther Niubó tendrá que hacer frente durante su nuevo liderazgo a la consejería de Educación y dónde, tal como ya advierten los sindicatos de docentes, le habrá que «escuchar» y «consensuar» con la comunidad educativa: «Si no presta atención con el que pasa día a día en los centros y solo se limita a teorizar, fracasará».

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