Más de un centenar de personas se han concentrado este lunes por la mañana en Torelló (Osona) para denunciar que sus hijos continúan sin una plaza asignada para cursar bachillerato a partir del mes de septiembre. En la concentración, los afectados han reclamado soluciones urgentes al Departamento de Educación, en manos de la consejera Esther Niubó. Este es el caso, por ejemplo, de Gil Riu, que expresa en conversación con la Agencia Catalana de Noticias (ACN) su angustia por la falta de plaza asignada por la consejería: «Deberías estar disfrutando de las vacaciones y, en cambio, estás pensando todo el tiempo en qué centro irás, si entrarás o no, o si te mandarán lejos de casa», argumenta Riu. Los afectados critican que el Departamento ya era consciente del incremento de la demanda y consideran que el problema era «previsible», pero aseguran que la administración catalana no les ha dado ninguna respuesta.
Por su parte, en declaraciones a la ACN, la cartera de enseñanza de la Generalitat defiende que «se garantizará plaza a todos», ya sea en centros públicos o concertados. Las familias afectadas, principalmente de los municipios de Vic, Manlleu y Torelló, explican que han hecho la preinscripción dentro del plazo establecido, pero la respuesta que han recibido por parte de la consejería, según aseguran, es que, de momento, no tienen ninguna plaza asignada en bachillerato y que tendrán que esperar hasta mediados de julio para saber dónde les tocará. Una respuesta, pues, que consideran intolerable, ya que les genera una incertidumbre que consideran que no deberían vivir: «Estudiar es un derecho universal, como también lo es la sanidad. Todos pagamos nuestros impuestos rigurosamente y no estamos pidiendo nada fuera de lugar. Solo que nos asignen una plaza», subraya una de las madres afectadas, Raquel Hinojo.

Reclaman una respuesta «inmediata»
Las familias afectadas por esta problemática temen que los trabajadores de la administración catalana se vayan de vacaciones antes de que sus hijos tengan una plaza asignada de secundaria postobligatoria para el próximo curso. Es por este motivo, pues, que consideran que la consejería les debe dar una respuesta «inmediata»: «No podemos estar con esta incertidumbre hasta septiembre. Tenemos que saber si podemos hacer la matrícula, los libros que utilizarán, el material que necesitarán…», lamenta Hinojo. Una preocupación que comparte Eva Campoll, otra de las madres afectadas, que explica que han elegido un instituto público para el próximo curso, pero que aún no se les ha adjudicado ninguna plaza ni en esta opción ni en ninguna de las otras. Cabe tener en cuenta que la matrícula del curso de bachillerato se acababa el 30 de junio -es decir, hace apenas una semana-, pero que los centros tienen un margen de diez días, hasta el once de julio, para poder terminar de introducir los datos y activar la lista de espera. Una vez agotado este plazo, se podrá saber quién entra y quién no en el centro solicitado en primera opción.

