La escuela catalana vive una situación convulsa desde hace años. Los malos resultados de los estudiantes en las últimas pruebas internacionales, como las PISA o las TIMMS -específicas de matemáticas-, o las mismas competencias básicas han puesto en alerta a la comunidad educativa. De hecho, la misma consejera de Educación, Esther Niubó, ha centrado los objetivos de la administración para esta legislatura en revertir el bajo nivel del alumnado catalán y solucionar problemáticas que llevan más de una década arrastrándose. A esta situación se suman las políticas de la consejería para el próximo curso, que con la planificación escolar del mes de septiembre recortan más de un centenar de aulas en el sistema público -entre infantil 3 y el primer curso de la secundaria obligatoria- mientras mantienen la misma oferta en la concertada.
Para combatir esta «emergencia educativa», los sindicatos del sector -a excepción de UGT- han creado un frente común para defender la escuela pública. Concretamente, la aFFaC, la asociación de maestros Rosa Sensat, la federación de movimientos de renovación pedagógica de Cataluña (FMRPC), ODESCA, USTEC, la CGT, CCOO, la Intersindical, el sindicato de estudiantes, el sindicato de estudiantes de los países catalanes (SEPC), y otras entidades de la sociedad civil -como la Fundación Bofill o la plataforma Dignidad por el 0-3, entre otras-, se han unido en una plataforma «transversal» bajo el nombre de ‘Plataforma por la pública, una escuela para todos’: «Esta plataforma nace con un único objetivo, defender la escuela pública», apuntan desde la entidad en rueda de prensa desde la Escuela Drassanes de Barcelona. Desde la plataforma educativa, que engloba docentes y estudiantes, entre otros, reclaman a la consejería de Educación una «reunión urgente» para abordar el cierre de líneas para el próximo curso e intentar frenarlos antes de que comience el nuevo año educativo.

Nuevas movilizaciones
En esta línea, desde la plataforma también han anunciado que el sábado 29 de este mismo mes llevarán a cabo una movilización unitaria, que comenzará en la estación del Nord a las dos de la tarde y se desplazará hasta las puertas del Parlamento, para denunciar el «desmantelamiento» de la escuela pública por parte de la administración catalana. De momento, sin embargo, no han anunciado nuevas protestas, aunque no descartan que se puedan producir si la consejera mantiene la misma línea de actuaciones. Por otro lado, también piden una «mesa de negociación» con la titular de la cartera para reformular los conciertos educativos, ya que el curso 2026/27 la administración catalana debe volver a fijar las plazas de las escuelas concertadas de Cataluña: «Creemos que es una oportunidad para ordenar el sistema educativo a 10 años vista y priorizar la escuela pública frente a la concertada».
En este sentido, desde la entidad unitaria denuncian que el anuncio del cierre de 111 líneas en la escuela pública, mientras que se incrementan una veintena de aulas en la red concertada, evidencia la «necesidad de fortalecer» el sistema público: «La caída demográfica es una oportunidad para reducir las ratios», argumentan. «También pedimos avanzar hacia una educación pública verdaderamente inclusiva, garantizando la atención a la diversidad del alumnado, mejorar las condiciones laborales del personal educativo y hacer efectiva la desconcertación progresiva para eliminar las plazas sobrantes y poder luchar contra la lacra de la segregación escolar», concluyen.