La falta de referentes femeninos en la ciencia y la tecnología es una cuestión ampliamente debatida. De hecho, muchas universidades ya aplican planes para garantizar la presencia de las mujeres en estos sectores masculinizados. ¿Pero qué pasa en las etapas anteriores? En las escuelas, a pesar de que la consellería de Educación promueve algunos programas destinados a revertir la situación, muchas chicas ni siquiera se plantean hacer carreras de este tipo porque no tienen referentes. Los sindicatos denuncian que revertir la situación depende únicamente de la voluntad de los docentes y de cada centro, porque el departamento no les obliga a aplicar los programas, sino que solo “se lo sugiere”, y no hay bastantes recursos.

Una de las figuras más combativas en este terreno es Iolanda Segura, portavoz nacional de USTEC. Segura ve “urgente” dotar al alumnado de referentes femeninos en todos los campos e insiste en que hacerlo no puede depender de la voluntad de los centros o de los docentes. “No hay directivas de obligado cumplimiento, cuando del mismo modo que está regulado que una escuela tiene que ser inclusiva, también tendría que promoverse obligatoriamente la igualdad y la coeducación”, insiste. 

En este sentido, reivindica la figura del coordinador de coeducación -la educación que promueve la igualdad entre chicos y chicas y rehuye el sexismo- para garantizar que se avanza en materia feminista en las escuelas y las niñas tienen referentes femeninos donde verse reflejadas. “Falta una apuesta concreta de la consellería”, lamenta antes de añadir que el departamento tendría que incluir esta cuestión en el currículum para que fuera un rasgo identitario de todas las escuelas. 

Alumnos de quinto primaria en una aula / ACN

Hace falta tiempo y formación para los profesores

La responsable de la mujer de CCOO, Mirnaya Chabás, coincide en que no hay una apuesta clara por la coeducación porque “no hay suficientes recursos”. “Existe la idea de que haya un responsable de igualdad en cada centro, pero si no se dan horas libres ni complementos salariales nadie se querrá dedicar a ello”, señala. Explica que a pesar de que hay programas del departamento y acciones puntuales por el 8-M o por el día de la mujer en la ciencia, “todo acaba dependiendo de la buena voluntad del profesorado”. 

La experta se muestra convencida de que si hubiera un coordinador de igualdad se favorecería la prevención de la violencia de género y del machismo y se aplicaría la coeducación en muchos más ámbitos de la vida en la escuela. Pero además de esta figura, insiste en que hace falta implementar programas afectivos y de orientación a los jóvenes para que vean sus posibilidades y tomen buenas decisiones de futuro. También formación para el profesorado y horas para dedicar a estas tareas. “Con poco tiempo de orientación, tutorías y clases llenas, es difícil pensar que se podrá avanzar en estas cuestiones”, concluye. 

Orientar a los niños desde pequeños

Por su parte, la responsable de igualdad de la UGT, Eva Gajardo, pide que las políticas de igualdad en la educación sean “transversales” y no se hagan solo durante el último año, cuando se hace la orientación. “Desde pequeños tendríamos que hablar y vehicular a las chicas hacia estas profesiones. Romper estereotipos desde el comienzo de su etapa escolar”, explica. 

Recalca que hace falta una orientación “muy temprana” que pasa porque las chicas vean mujeres referentes en las asignaturas de ciencias y tecnología. “Hace falta un plan integral en las escuelas para revertir la situación”, añade. Y es que la situación es grave. Las mujeres representan el 53% de los universitarios, pero en carreras de ciencia y tecnología la cifra baja considerablemente. Por ejemplo, en la carrera de informática solo hay un 13% de mujeres y en las relacionadas con la inteligencia artificial solo un 0,5%. “Además de los problemas de estereotipos y la falta de referentes, se suma el problema que a pesar de que haya mujeres espectaculares en estos campos, el sistema las invisibiliza”, lamenta. 

El mercado laboral, además, “discrimina” a las mujeres y desde la escuela hasta la vida adulta se encuentran en un “círculo de injusticias”. “Cómo vamos a animar a las chicas a hacer estas carreras con la brecha salarial que tenemos y el techo de cristal cada vez más grueso?”, se pregunta Gajardo. 

Una aula de la Facultad de Educación Social y Trabajo Socia...
Una aula de una universidad

Los programas del Departamento de Educación

La consellería de Educación, preguntada por la apuesta para promover la igualdad y garantizar el acceso a referentes femeninos en la ciencia desde la escuela, apunta que existen tres programas con este objetivo. El primero, denominado STEAMcat, busca potenciar el interés de los alumnos desde infantil hasta la ESO por las ciencias, la tecnología y las matemáticas. También incrementar la presencia de mujeres en los estudios STEM. Por otro lado también existe el programa #100tífiques para visibilizar las mujeres en este sector. 

Por último, el departamento aplica el programa de educación afectivosexual Coeduca’t. “Se apuesta por un modelo de sistema inclusivo, que incorpore la igualdad de género y la coeducación para contribuir a la mejora de la sociedad y dónde no tenga cabida la discriminación por razón de género”, apuntan fuentes de la consellería. Este programa empezó en septiembre del 2019 para “preparar las chicas para la vida afectiva y sexual fomentada en la igualdad de género y los derechos humanos”. 

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