El Departamento de Educación y Formación Profesional, bajo la dirección de la consejera Esther Niubó, ha actuado rápidamente para tranquilizar a la comunidad educativa y literaria y ha anunciado este martes que mantendrá la asignatura de literatura, tanto catalana como castellana, como materias obligatorias en segundo de bachillerato según los itinerarios. Así lo ha anunciado esta mañana la titular de la cartera de Educación después de que la consejería comunicara a las direcciones de los centros de educación secundaria postobligatoria los cambios en el currículo de bachillerato para el próximo curso -los cuales se precipitaron a causa de un requerimiento del gobierno español. «Este Gobierno tiene una línea roja muy clara, que es la literatura», ha aseverado Esther Niubó en una comparecencia de prensa desde el Palau tras la reunión del Consejo Ejecutivo de este martes.
Con este cambio, pues, las literaturas ya no pasarán a ser una asignatura obligatoria, sino que se mantendrán como materias de «modalidad» en segundo de bachillerato. Según ha detallado la titular de la cartera, desde la consejería ya han comunicado su «línea roja» al Ministerio de Educación, encabezado por su homóloga Pilar Alegría, y continúan en conversaciones para adaptar las reclamaciones curriculares españolas a la realidad de los estudiantes catalanes. «Hemos encontrado una buena receptividad para atender la singularidad cultural y lingüística de Cataluña«, ha defendido Niubó. La consejera también ha querido dejar claro que mantener la literatura como asignatura «de modalidad» en segundo de bachillerato no se trata de una «rectificación» respecto a los cambios de currículo que trascendieron este lunes. Aun así, las direcciones de bachillerato sí que recibieron una comunicación en la que se les informaba que estas dos materias pasarían a ser optativas de cara al próximo curso, entre otras, para adaptarse a la aplicación de la ley estatal LOMLOE.

Educación incrementa las horas de lengua en la educación básica
En medio del revuelo por la relegación -y posterior rectificación- de las literaturas como asignaturas optativas en bachillerato, la consejera de Educación también ha aprovechado para anunciar que este mismo martes el Consejo Ejecutivo ha aprobado la «modificación de la ordenación básica de las enseñanzas de la educación básica para reforzar» las «materias lingüísticas». Concretamente, según ha detallado en rueda de prensa, de cara al próximo curso se incrementará el número de horas de catalán -uno de los puntos débiles de los estudiantes, tal como han demostrado los últimos resultados de las competencias básicas– y castellano en los centros educativos.
En esta línea, la consejera ha querido dejar claro que también tienen intención de «reforzar las materias lingüísticas» en bachillerato, pero aún no ha dado detalles sobre qué medidas pretenden tomar: «No hemos tomado, todavía, ninguna decisión sobre el bachillerato, pero lo haremos próximamente», ha aseverado Niubó. Aun así, la titular de la cartera sí que ha afirmado que los futuros cambios se tomarán «siempre pensando en el alumnado» para evitar «perjuicios» a la hora de «homologar sus títulos [de bachillerato] en otras comunidades autónomas, tal como nos pedían desde el ministerio». Así pues, tras una maniobra exprés de la consejería, la literatura continuará siendo obligatoria en bachillerato y no quedará relegada como asignatura optativa.