El Institut Dertosa de Tortosa lleva semanas inmerso en un enorme conflicto que se ha ido complicando cada vez más. La actual directora del centro, Francina Prades, termina su mandato este lunes 30 de junio y ya comunicó al resto del claustro y a la consejería de Educación, en manos de la consejera Esther Niubó, que no tenía intención de continuar en el cargo el próximo curso. Esta decisión, pues, puso en marcha un proceso para relevar a Prades del cargo, en el que se presentaron dos candidaturas: una profesora del centro tortosino y otra del Institut Deltebre. Este procedimiento, sin embargo, fue declarado nulo después de que la administración catalana aceptara un recurso de alzada presentado por la profesora del Dertosa que se había presentado a directora. Para que el centro pueda abrir con normalidad el próximo mes de septiembre y el proceso de elección declarado nulo, la consejería puso en marcha otro «proceso diferenciado» para elegir un director accidental para el próximo curso, hasta que se vuelva a abrir un concurso público para cubrir la plaza vacante.

En este proceso es la Inspección de Educación quien ha presentado «un informe motivado» para hacer la elección. Un proceso en el cual, según argumenta el director ebrense de Educación, Mario González, se tienen en cuenta «méritos, experiencia docente y experiencia actual en un equipo directivo». Partiendo de esta premisa, pues, la Inspección educativa dio la dirección accidental a una de las dos candidatas que se habían presentado en el procedimiento anulado alegando que «se debe dar preferencia a las personas que han manifestado su interés y disponibilidad para ejercer la dirección». La decisión de la consejería, sin embargo, no convenció al claustro de docentes, que el pasado 12 de junio expresó su descontento. De hecho, incluso, algunos exdirectores del centro también expresaron su rechazo a la solución de la consejería por el conflicto. Ante la presión de los docentes del centro, la consejería ha terminado cediendo este lunes y ha asegurado que la actual directora del centro, Francina Prades, se mantendrá «provisionalmente» en el cargo el próximo año mientras se vuelve a celebrar el concurso de selección de la dirección del Dertosa «con todas las garantías y con una perspectiva de estabilidad».

Plano general del patio del IES Joaquim Bau de Tortosa, actualmente conocido como Institut Dertosa, vacío de alumnos en una imagen de archivo de 2017 / ACN

Un proceso «viciado y sin equidad»

El principal motivo de conflicto que ha agravado el relevo de Prades al frente de la dirección del centro es que los profesores del claustro denuncian que el proceso que se ha utilizado para establecer el nuevo cargo está «viciado» y se ha llevado a cabo «sin equidad». Según denunciaba el claustro a través de un comunicado emitido a mediados del mes de junio, una de las candidatas sufrió «presión» y fue evaluada «de manera dudosa, con criterios que la han perjudicado desde el primer momento». En detalle, fuentes del claustro señalaban a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) que en la primera fase del proceso de selección que puntúa la Inspección de Educación, a esta candidata se le puntuó con cero puntos. En cambio, la comisión de selección -formada por tres representantes de la consejería, tres del Consejo Escolar y tres del claustro- puntuó la segunda fase del proceso, en la cual esta candidata consiguió tres puntos más que la otra, la docente del Institut de Deltebre. La Inspección de Educación, sin embargo, terminó decantándose por la docente del instituto ebrense para asumir el cargo de dirección accidental.

Aparte del malestar de los miembros del claustro del Institut Dertosa, seis exdirectores del centro también firmaron un comunicado en el que denunciaban que el procedimiento de la consejería para establecer la dirección provisional no era «lógico»: «El consenso y la participación son parte de la tradición del centro», añadían Antoni Gomà, Ferran Buera, Manolo Pla, Joan Serra, Maria José de Cid y Sisco Lahosa, directores del centro entre 1976 hasta 2015, en este comunicado. La semana pasada, el departamento asignó una nueva inspectora para el instituto, la cual celebró un claustro extraordinario para presentarse, pero que tensó aún más la situación cuando intentó dar a conocer a la candidata que se había designado. Buena parte de los profesores se levantaron y abandonaron la reunión. El viernes de la semana pasada, de hecho, un centenar de personas se manifestaron frente a los servicios territoriales de Educación en Tortosa para volver a reclamar que se revocara la designación de la directora accidental.

La consejera de Educación y Formación Profesional de la Generalitat de Catalunya, Esther Niubó, durante la presentación del Plan de Digitalización Responsable / David Zorrakino (Europa Press)

Los frutos de la presión de los docentes

La presión de los docentes, los exdirectores y la comunidad educativa, sin embargo, han terminado dando sus frutos y la consejería ha reconsiderado su decisión. Este lunes, durante el claustro final del centro, el director territorial ebrense -el cual ha participado en el claustro como figura intermediaria- les ha asegurado que Francina Prades se mantendrá en el cargo el próximo año hasta que se resuelva el procedimiento para fijar su relevo en el cargo. Mario González defiende que se trata de una «solución de consenso» que permite desbloquear el conflicto y mantener el desarrollo del centro, que en septiembre volverá a abrir sus puertas con Prades al frente de la dirección. Esta nueva decisión de la consejería, pues, responde a las peticiones del claustro, que habían reclamado por activa y por pasiva que la actual directora se mantuviera en el cargo hasta que se resolviera el proceso de relevo.

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