La consejera en funciones de Educación, Anna Simó, acompañada del secretario de Políticas Educativas, Ignasi Garcia Plata, y la presidenta en funciones del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo, Nuria Martín, han presentado este jueves por la mañana los resultados de las evaluaciones de las competencias básicas -que se realizan en los estudiantes de final de etapa, es decir, 6.º de primaria y 4.º de ESO. Unas pruebas que, según asegura la consejera, «en términos generales» demuestran «una mejora» de los resultados que ya empezó el año pasado. Este año, siguiendo la tónica de los últimos años, los resultados demuestran una mejora en todas las materias que se evalúan en estas pruebas con una excepción: el catalán, puesto que los resultados de esta materia continúan decreciendo desde 2021: «La bajada sostenida es fruto de una situación sociolingüística compleja en los institutos», apunta la consejera a preguntas de los periodistas, que defiende que «ya se han implementado medidas» para revertir la problemática.

En cuanto a esta materia, el volumen de estudiantes de secundaria que se sitúan en un «nivel bajo» de logro de competencias de catalán es de un 13,2% -lo más alto de todas las asignaturas-, mientras que el volumen de alumnos que tienen un nivel «mediano-bajo» es del 33,3%. Justo es decir, pero, que estos porcentajes son superiores a los de la última evaluación. Es decir, que este año el porcentaje de estudiantes que ha obtenido más buenos resultados es ligeramente superior a los otros años. Una situación muy similar es que la que se ha constatado en las pruebas de competencias básicas realizadas en los estudiantes de final de etapa de la educación primaria, donde el porcentaje de alumnos con un «nivel bajo» es del 14,2% y el porcentaje de nivel «mediano-bajo» es del 19,3% -dos cifras inferiores a la del último curso, es decir, se ha repuntado ligeramente en comparación al 2022-23. Aun así, el catalán continúa siendo la asignatura en que el nivel baja constantemente desde las pruebas de 2021 -puesto que en 2020 no se llevaron a cabo a causa de la pandemia.

La consejera de Educación, Anna Simó, a su llegada a una rueda de prensa en el Parlamento de Cataluña en una imagen de archivo / EP

Repunte en castellano y matemáticas

A diferencia de la asignatura de catalán, este año los estudiantes han demostrado un nivel superior en competencias matemáticas y de lengua castellana que en comparación en los últimos años, tanto en primaria como en secundaria. Concretamente, las evaluaciones de estas dos materias han mejorado resultados en relación con los datos del 2022, momento en que se registraron los peores resultados históricos -desde 2013, según los datos facilitados por la consejería. Hay que tener en cuenta, pero, que la mejora ha sido bastante más significativa -en estas materias- a secundaria porque el punto de partida era mucho más bajo. La única asignatura que este año ha registrado unos resultados peores que los últimos años, de media, es lengua inglesa, puesto que en los últimos años se habían logrado los mejores resultados de todas las pruebas de competencias básicas: «El año 2022, las competencias básicas supusieron un punto de alerta, puesto que la pandemia puso sobre la mesa las carencias del sistema educativo. Desde entonces se ha trabajado para reforzar las competencias más débiles», explica Anna Simó.

La cifra más significativa que demuestra la diferencia entre las evaluaciones de catalán y castellano es que, en las pruebas de final de etapa de la ESO, un 13,4% del alumnado ha obtenido un nivel «alto» en conocimientos generales de la lengua, mientras que en castellano el porcentaje se ensarta hasta el 31,6%. Es por este motivo, pues, que desde el Departamento de Educación consideran que hay que continuar dedicando todos los esfuerzos necesarios para mejorar la salud del catalán a la secundaria: «Tenemos que continuar desplegando las medidas que ya hemos puesto en marcha, como el plan de incremento de los usos lingüísticos intrapersonales de los centros o el plan para impulsar la comprensión lectora [que arrancará el mes de septiembre]», apunta Anna Simó. De hecho, la consejera considera que estos resultados chocan con «la persistencia jurídica» de situar el catalán en un segundo plan -haciendo referencia a la suspensión cautelar del decreto de régimen lingüístico del TSJC– y asegura que «continuarán blindando las direcciones de centro»: «Presentaremos un recurso contra la justicia antes de que acabe el plazo», remacha.

Así pues, desde la consejería de Educación hacen una valoración «positiva» de las evaluaciones de las competencias básicas, que este año demuestran un repunte en buena parte de las asignaturas en comparación a las pruebas de los últimos cursos, pero que todavía no permiten recuperar los resultados previos a la pandemia, momento en que se produjo un punto de inflexión para el sistema educativo.

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