La secretaria general del PP Cuca Gamarra ha pasado al ataque contra el fiscal general del Estado, Álvaro Garcia Ortiz, por sus órdenes sobre la ley de amnistía. Después de que el máximo responsable de fiscalía haya desautorizado abiertamente los fiscales del proceso, tal como ha avanzado
Las órdenes del fiscal general hacia los fiscales del proceso, en este sentido, han estado explícitas: tienen que posicionarse a favor de amnistiar los cuatro encausados ante el Tribunal Supremo. En su informe, García Ortiz ha avisado Fidel Cadena, Javier Zaragoza, Consuelo Madrigal y Jaime Moreno que confunden el ánimo de lucro que recoge el delito de malversación con «el enriquecimiento personal de carácter patrimonial» que aparece como frontera en la ley de amnistía. Más allá de esta cuestión, niega que los hechos juzgados pudieran producir ningún tipo de afectación sobre los intereses financieros de la Unión Europea. Atendida la situación, los cuatro interpelados tienen que responder las órdenes por escrito, sea acatándolas o invocando el artículo 27, hecho que iría seguido de la convocatoria de una Junta de Fiscales de Sala para la próxima semana. Después del choque, García Ortiz ha sacado hierro a la situación: «En el ámbito jurídico, y en particular al si del ministerio fiscal, no se tiene que considerar la discrepancia como una debilidad sino como una fortaleza de nuestra institución».

Conchabanza contra la financiación
Más allá de los ataques al fiscal general, Gamarra ha continuado su ofensiva contra Cataluña con un rechazo diametral a la financiación singular. Según la secretaria general de los populares, la propuesta fiscal crea «desigualdad entre españoles». «Piden una financiación diferenciada, exclusivo y privilegiado que significa romper el principio de igualdad», espeta la conservadora, criticando que Pedro Sánchez esté «dispuesto a ofrecer privilegios» en Cataluña para mantenerse a Moncloa. La negativa de Gamarra se añade a las críticas de varios presidentes autonómicos españoles, tanto populares como socialistas, a las demandas catalanas. Hoy mismo, se ha sumado Emiliano Garcia-Page, presidente de Castilla-La Mancha y uno de los díscolos del PSOE por la banda derecha.