El titular del juzgado de instrucción número 41 de Madrid, Juan Carlos Pintado, ha sacudido el tablero político español. Ha sido el magistrado que ha abierto diligencias penales contra Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez, a raíz de una denuncia del parasindicato de ultraderecha Manos Limpias. Una decisión que ha hecho plantearse al presidente español abrir un periodo de reflexión hasta el lunes para sopesar si deja la Moncloa. Pintado es un veterano de la judicatura y llegó a la final para entrar a trabajar a la Audiencia Nacional como juez de apoyo de un viejo conocido del independentismo, el magistrado Manuel García Castellón.
En concreto, el febrero del año 2019, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que entonces presidía Carlos Lesmes, convocó una plaza de apoyo para aligerar la carga de trabajo que tenía García Castellón a la Audiencia Nacional. De hecho, era el segundo juez de refuerzo que tendría García Castellón. Precisamente, la plaza se convocaba porque el magistrado Diego de Egea había dejado el refuerzo y había renunciado a continuar cuando se empezaba a investigar lo que sería la operación Judas, había acumuladas más de treinta piezas separadas del caso Tándem y se escondían las diligencias 104/2017, con miles de folios de investigación contra el Proceso. Causas que también tendría que tocar, como así fue, el juez de refuerzo que saliera elegido.

Cuatro nombres
Se presentaron varios candidatos, pero el comité permanente del CGPJ eligió un reducido listado final con cuatro nombres. Así, además de Peinado, entraron en la elección final los magistrados Rosa María Freire, entonces destinada al juzgado de instrucción 32 de Madrid; José Alfonso Tello Abadía, del juzgado de Instrucción 12 de Zaragoza, y Alejandro Abascal Junquera, juez de adscripción territorial que entonces estaba al juzgado de Instrucción 4 de Fuenlabrada.
Técnicamente, todos tenían, si hace o no hace, los mismos méritos. Peinado era lo tercero con más antigüedad –ahora con más de 29 años a la carrera judicial–, además de haber estado secretario municipal. Pero finalmente, el Consejo General se estimó el magistrado con menos experiencia judicial, Alejandro Abascal, que en aquel momento hacía poco más de diez años que formaba parte de la judicatura pero que, a cambio, era el único de los cuatro que tenía experiencia a la Audiencia Nacional, porque había hecho de juez refuerzo del magistrado Eloy Velasco en 2016. Abascal ha participado activamente de la instrucción de la operación Judas y de Tsunami Democrático y autorizó decenas de intervenciones de las comunicaciones de los independentistas investigados.
Peinado se quedó a las puertas, pero su relación con la Audiencia Nacional continuó cuando, curiosamente, fue el juez que investigó una docena de periodistas por haber publicado hechos recogidos en el sumario de la operación Judas, sobre los CDR detenidos en la ràtzia de la Guardia Civil contra activistas independentistas el 23 de septiembre de 2019.