El Boletín Oficial del Estado ha publicado esta semana una jubilación muy esperada. La retirada forzosa por edad de Manuel García Castellón, el titular del juzgado central de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional española. Un juez que ha tenido en sus manos toda la cloaca del Estado, de la cual ha hecho una explosión controlada, así como las principales causas contra el independentismo, como por ejemplo la operación Judas o la causa del Tsunami Democrático, así como la macrocausa -tan grande como misteriosa- de las diligencias 104/2017, en las que todavía no se sabe muy bien cuánta gente ha sido investigada.

Sea como sea, la jubilación de García Castellón abre una nueva etapa en un juzgado que todavía tiene pendientes grandes causas como la operación Tándem, sobre operaciones encomendadas al comisario de inteligencia también jubilado José Manuel Villarejo, o causas sobre homenajes en Euskadi a miembros de ETA. Su jubilación coincide prácticamente con la elección de la nueva presidenta del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Peelló, que desatasca una multitud de relevos pendientes de plazas de magistrado y jueces en todo el Estado.

Hay varios nombres que suenan para cubrir la plaza que deja García Castellón, pero, en todo caso, será un concurso de libre concurrencia. Es decir, el CGPJ tendrá que elegir un nombre una vez haya analizado las diferentes candidaturas. De momento, la titular del juzgado central de instrucción número 3, María Tardón, será la encargada provisional del juzgado. El jueves, en la recepción posterior al acto solemne de apertura del año judicial, la vacante del juzgado central 6 era uno de los temas de conversación, con una conclusión bastante genérica y compartida: con la jubilación de García Castellón también se abre una «nueva etapa» en la Audiencia Nacional.

El comisario jubilado José Manuel Villarejo a la llegada a la primera sesión del juicio donde es acusado dentro del caso Pequeño Nicolás / Isabel Infantes / Europa Press 08/11/2022
El comisario jubilado José Manuel Villarejo a la llegada a la primera sesión del juicio donde era acusado dentro del caso Pequeño Nicolás / Isabel Infantes / Europa Press 08/11/2022

Una dilatada carrera de juez y magistrado

Manuel García Castellón nació en Valladolid el 16 de octubre de 1952. Después de licenciarse en derecho, fue juez de distrito en Markina, en el País Vasco, y en Castrojeriz (Burgos), y juez de primera instancia e instrucción en la Puebla de Sanabria (Zamora), Medina del Campo (Valladolid) y Valladolid, ciudad de la cual fue juez decano. El 1993 ocupó el lugar de juez central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional y, más tarde, fue juez de primera instancia e instrucción en Valladolid y juez del juzgado central de instrucción número 6 de la Audiencia Nacional. En su primera etapa en la Audiencia Nacional instruyó los casos Banesto- después del bluf de Mario Conde-, del asesinato de Miguel Ángel Blanco o del famoso Comando Andalucía, así como del atentado contra el entonces líder de la oposición española José María Aznar.

El gobierno del PP lo envió entre los años 2000 y 2012 como magistrado de enlace ante las autoridades de Francia para terrorismo y, entre 2012 y 2017, ante las autoridades de Italia para el crimen organizado. Durante esta etapa fundó el Grupo Iberoamericano de Jueces, integrado por varios países y dedicado a «la extensión del modelo judicial y de respecto a los derechos humanos que se practica en Europa». Además, actuó como representante español del Grupo de Trevi, colectivo encargado de combatir la delincuencia y el narcotráfico internacional. Después volvió a la Audiencia Nacional española, donde ha tenido una segunda vida como instructor.

El juez Manuel García Castellón llega a la Audiencia Nacional / Europa Press
El juez Manuel García Castellón llega a la Audiencia Nacional / Europa Press

La segunda etapa a la Audiencia Nacional: el Procés

García Castellón volvió a la Audiencia Nacional como titular del juzgado central de instrucción número 6 en 2017. En esta segunda etapa, que se cierra ahora, ha llevado casos contra Podemos y contra el PP. Precisamente, los populares se han cobijado en su magistratura en casos escandalosos como Púnica y Lezo. Pero, sobre todo, la operación Kitchen, una derivada de la operación Tándem, sobre el uso de fondos y recursos humanos del ministerio del Interior para intentar neutralizar a José Luis Bárcenas, el ex teesorero del PP. Varias causas en las cuales, curiosamente, siempre se ha negado, a persar de la insistencia de la Fiscalía Anticorrupción, a imputar María Dolores de Cospedal, ex ministra de Defensa y ex secretaria general del PP y una de las personas claves para entender los grandes casos de corrupción del PP.

Pero los casos de corrupción del PP o de las cloacas del Estado no han sido sus preferidos. Dónde García Castellón ha tenido la mano floja para imputar a diestro y siniestro ha sido en casos contra el independentismo vasco y, especialmente, el catalán. Sus instrucciones de la operación Judas –que le han costado algún toque de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional que revisa sus decisiones– o sobre el Tsunami Democrático muestran la debilidad que tenía por estas tareas. Tanto es así que, al final, tensó tanto la cuerda que la sala que preside el garantista Félix Guevara le enmendó la instrucción de Tsunami Democrático y García Castellón decidió archivar la pieza, después de gastar miles de euros en una investigación que ni la influyente Fiscalía Antiterrorista se había creído nunca. De hecho, fue un archivo a raíz de una decisión judicial que delataba su manera cuestionable de hacer las cosas. García Castellón también se destacó como unos jueces más contrarios a la aprobación y aplicación de la ley de amnistía.

El juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional EUROPA PRESS (Foto de ARCHIVO) 27/1/2015

Los posibles sustitutos para García Castellón

El relevo de García Castellón no será fácil. De hecho, el nuevo CGPJ tendrá que elegir en un concurso abierto entre los magistrados que tengan los méritos requeridos. Tradicionalmente, el Consejo elige al titular del juzgado anterior en número, en este caso, el del número 5, actualmente en manos de Santiago Pedraz, que no le hace ascos a la idea. Eso sí, a condición de que José de la Mata vuelva de Eurojust, puesto que es el propietario de la plaza del juzgado central número 5. También podría ser que Pedraz optara al juzgado si se eligiera un nuevo titular interino para el juzgado 5.

El hecho de que el juez de refuerzo en el juzgado central 6, Joaquín Gadea, dejara la Audiencia Nacional el pasado 30 de junio para ir a vivir con su pareja en Washington (EE. UU.) facilita también la elección. Por ejemplo, uno de los nombres que suenan con fuerza es el de Mercedes Alaya, la jueza que instruyó la macrocausa de los ERE de Andalucía. Alejandro Abascal, actualmente juez de refuerzo en la sala de lo penal de la Audiencia Nacional y antiguo juez de refuerzo en el central 6 y 1, también tiene números para presentarse y obtener la plaza. Pero, en todo caso, fuentes del tribunal avisan que todo será por concurso de mérito y por elección del CGPJ. De momento, Tardón tendrá que parar el golpe y hacer que el juzgado no se paralice.

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