El presunto caso de corrupción y tráfico de influencias por el cual investigan la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, ha centrado el discurso de algunas formaciones durante la campaña de las elecciones europeas de este 9 de junio -en que los populares han conseguido levantarse con la victoria por la mínima por encima del PSOE. A pesar de que hasta ahora la investigación contra la mujer del jefe del ejecutivo español ha estado a cargo del juzgado de Madrid que lleva el caso, en manos del juez Juan Carlos Peinado, ahora la investigación contra Begoña Gómez también se traslada a Europa. Concretamente, la Fiscalía Europea ha decidido hacerse cargo del proceso porque, tal como han confirmado fuentes del organismo a la Agencia Catalana de Noticias, afecta fondos económicos de la Unión Europea (UE).
Según detallan las mismas fuentes, el ministerio fiscal ya ha obtenido toda la documentación necesaria por parte del juzgado madrileño para poderse hacer cargo de la investigación. El pasado 12 de abril, con el rumor de fondo sobre Begoña Gómez ya presente, la Fiscalía Europea recibió una denuncia por parte de un particular relacionada con un presunto delito de fraude que afectaba los intereses financieros de la UE. Un golpe en marcha la investigación y con la información recopilada la semana pasada por el juzgado de instrucción número 41 de Madrid, entre otros, el ministerio fiscal europeo ha optado para hacerse cargo del proceso.
Sánchez mantiene el firme apoyo a Begoña Gómez
En medio de los embates por parte de la derecha española, tanto política como mediática, el locatario de la Moncloa mantiene firmemente su apoyo a su mujer. De hecho, el martes de la semana pasada, todavía en plena campaña para el 9-J, Sánchez publicó una segunda carta en la cual defendía su mujer y atacaba PP y Vox para querer influenciar el resultado de las elecciones europeas. Sánchez señalaba que las acusaciones contra su mujer eran un “montaje” y pedía que las urnas den “la respuesta que merecen” -refiriéndose a Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. Ahora, pues, después de los comicios, el regusto de boca de los socialistas es amargo, puesto que, a pesar de haber quedado por debajo del PP, han conseguido acortar distancias con los populares.
