El exvicepresidente del Parlamento y independentista freelance Josep Costa continúa su cruzada contra la represión judicial del independentismo aprovechando su causa. En esta ocasión, Costa ha enfurecido seriamente al presidente de la sala penal del Tribunal Supremo, Manuel Marchena. Todo a raíz del escrito de recusación de Costa contra Marchena en el recurso de casación vinculado a su absolución en el caso del juicio por desobediencia a la mesa del Parlamento que presidía Roger Torrent.
Así se desprende del informe que firma Marchena en respuesta a los argumentos expuestos por Costa, como la falta de imparcialidad al haber sido ponente y haber presidido la «farsa del juicio» del Procés, así como el hecho de que lo trate «de uno de los principales impulsores de una derogación singular, de su espíritu y de su texto, de los principales tratados de derechos humanos suscritos por el Estado español». Incluso, llega a calificarlo del «notorio papel de arquitecto del estado de excepción judicial que se ha impuesto en el Estado español con relación al movimiento independentista».
Marchena rechaza la recusación y carga contra Costa. De hecho, los magistrados Carmen Lamela, Andrés Martínez Arrieta y Antonio del Moral también emiten sus informes rechazando la recusación presentada por Costa, a la que se unió el exsecretario primero de la cámara catalana, Eusebi Campdepadrós. El ministerio fiscal también se ha opuesto a las recusaciones. Ahora deberá ser el magistrado Vicente Magro, como instructor del incidente de recusación, quien decida sobre si finalmente se apartan los cuatro magistrados que fueron claves en establecer y ejecutar la represión judicial contra el Procés y que ahora deben decidir sobre el recurso presentado por los miembros de la Mesa de Torrent juzgados por desobediencia, y absueltos.

Para Marchena, «causas ilusorias»
El informe de Marchena es el único que entra en el fondo de la recusación y en la dureza dialéctica que Costa, fiel a su estilo, plantea en su escrito de recusación. De entrada, califica los argumentos de Costa para apartarlo del tribunal del recurso de «causas ilusorias». En esta línea, el magistrado asegura que las afirmaciones de Costa -que califican a Marchena de impulsor de la represión al independentismo- son «opiniones subjetivas y parciales». De hecho, considera que «son tolerables» en un escrito procesal «exclusivamente desde la comprensión más amplia y laxa que reclama el derecho de defensa de la parte pasiva de un procedimiento penal». Es decir, Marchena advierte que sólo «tolera» estas críticas si son exclusivas en el ejercicio del derecho de defensa.
En cuanto a la acusación de que Marchena fue ponente de la «infame sentencia» tras la «farsa del juicio» del Procés, el magistrado las transforma en «afirmaciones» que no pueden sostener la recusación. Concretamente, el presidente de la sala penal asegura que los hechos de las dos causas son «diferentes». En este sentido, Marchena destaca que el recurso versa sobre la «desobediencia de los integrantes de un órgano parlamentario autonómico». «No se puede apreciar una especie de causa supralegal y hacia el futuro por haber intervenido en cualquier otra causa penal en el pasado», concluye. En definitiva, Marchena considera que la sentencia del juicio del Procés no tiene nada que ver con el juicio por desobediencia del juicio del Procés.
Sobre el «whatsapp del portavoz del PP en el Senado», es decir, el mensaje enviado por Ignacio Cosidó que apostaba por Marchena para que los populares dominaran la sala penal, Marchena se quita las pulgas de encima. En este sentido, y ahora sí que ve conexión con el juicio del Procés, recuerda que ya negó la recusación por este motivo cuando Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull, Oriol Junqueras y Raül Romeva presentaron la recusación por los mismos motivos y también fue rechazada. La relación de los dos casos también es resaltada por el magistrado Antonio del Moral que en su informe admite «cierta relación» de los dos casos pero considera que son «sustancialmente diferentes».