«Se está persiguiendo directamente a un miembro del parlamento, restringiendo derechos fundamentales sin ninguna justificación concreta. El método de persecución recuerda a la Inquisición. No se investiga ningún delito específico». Con estas palabras comenzó su declaración, el exdiputado y exsecretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, en su comparecencia de esta mañana en la comisión de investigación en el Senado sobre la trama de Koldo Garcia. Una comparecencia a la que asistió sin ningún acompañamiento del PSOE. «Me han dejado solo, pero para defender mi inocencia no necesito a nadie», alegó. De hecho, solo su abogado Jacobo Teijelo lo acompañó.
Cerdán se defendió y fue muy prudente a la hora de responder, dejando claro que evitaría pronunciarse sobre cuestiones que podrían entorpecer su derecho de defensa en el proceso abierto por el Tribunal Supremo. En todo caso, negó cualquier trama y cargó contra las tesis policiales y los audios utilizados en la investigación. Cerdán plantó cara a los senadores de la derecha, extrema derecha y derecha extrema cuando le exigían que respondiera. De hecho, se suspendió durante un minuto por la tensión acumulada. Una sesión
Asimismo, a preguntas del senador de Junts, Eduard Pujol, Cerdán admitió que «hay un antes y un después» en su vida tras su fotografía con el presidente en el exilio Carles Puigdemont, por el acuerdo de Bruselas que invistió a Pedro Sánchez y le dio al PSOE las llaves de la Moncloa. «Ya me dijeron que tuviera cuidado, y desde la foto tuve que volver a llevar escolta en Madrid», recordó. Cerdán acusó al «deep-state» de estar detrás de la investigación.

Poner en duda la instrucción
La agresividad de los grupos políticos contra Cerdán iba más allá de su figura concreta. Incluso, hubo portavoces que le dieron valor jurídico a su silencio. Cerdán mantuvo su posición alegando una actuación especulativa policial que convenció al juez instructor. «Se están investigando varias personas con inmunidad parlamentaria y el procedimiento de investigación no respeta ninguna garantía. Se ha dado una orden de investigar cualquier dispositivo electrónico, como aún desconocemos. Nadie busca la verdad, Señoría, ni aquí ni en el Congreso», señaló. «Al contrario», continuó, «han construido una narrativa que se repite hasta el aburrimiento, aunque ya se acostumbra a escucharla». Como ejemplo recordó la información de que es «socio de la empresa Servinabar, algo que es absolutamente falso». «Han elevado una hipótesis policial al estatus de certeza sin ninguna prueba», concluyó.
En esta línea, cargó contra los audios, principal prueba de la Unidad Central Operativa para investigar a Cerdán. «Los peritos de la Guardia Civil no pueden asegurar la autenticidad total de los audios», señaló. «Esta es solo una de las conclusiones de la comparecencia de los peritos de la Guardia Civil ante el juez instructor Leopoldo Puente hace escasamente dos semanas y no es una conclusión que se deba pasar alegremente por alto», añadió. «¿Cómo es posible que una grabación esté hecha en un sistema operativo que no existía en la fecha de la grabación?», añadió. «Si ustedes estuvieran realmente interesados en los hechos que me afectan, comenzarían a investigar los déficits, manipulaciones y ediciones de estos audios», ironizó.
«Continuarían por pedir información a esos resortes del Estado Profundo que continúan preparando pruebas sospechosas», sentenció, acusándolos de «tener pereza» y alimentar el «circo mediático de Santos Cerdán». «Me defenderé, eso lo tengan claro, se lo aseguro, porque soy inocente, no soy ningún corrupto, y tarde o temprano lo podrán comprobar», advirtió en una comisión de alto voltaje pero con más voluntad del corte de vídeo para X y para conseguir apuntar a Pedro Sánchez que no para buscar ningún resultado para aclarar el caso Koldo.

