El gobierno de Aragón ha contraatacado y este viernes ha presentado ante el Juzgado Civil de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Huesca la petición de ejecución forzosa de la sentencia que obliga al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) a devolver las pinturas murales de Sixena. La decisión llega cuatro días después de que el MNAC presentara ante el mismo juzgado un incidente de ejecución para justificar la “imposibilidad técnica” de cumplir con la sentencia del Tribunal Supremo y restituir los frescos sin poner en riesgo su integridad. Una vez terminado el plazo de entrega voluntaria fijado por el alto tribunal, el gobierno aragonés ha pasado a la acción para acelerar el retorno a Sixena tan pronto como sea posible.

El presidente de Aragón, el popular Jorge Azcón, ha advertido a la Generalitat que el ejecutivo se “preocupará” porque la sentencia del Supremo se cumpla “por las buenas o por las malas”. Durante una intervención en las Cortes, el dirigente aragonés ha insistido en que la devolución de las pinturas murales debe hacerse en un “tiempo razonable” y garantizando “máxima seguridad” de las pinturas. “Los primeros que queremos que no sufran ningún deterioro somos los aragoneses”, ha dicho. El portavoz de la formación Aragón-Teruel Existe, Tomás Guitarte, ha hecho un llamado a la sociedad civil aragonesa y a los partidos políticos a “exigir ante el MNAC el retorno de las pinturas, pero no como un elemento de confrontación, sino como un elemento de llevar la palabra de los aragoneses hasta donde está nuestro patrimonio”.

Varias personas disfrutan de las pinturas murales de Sixena expuestas en el MNAC / Europa Press

En el escrito presentado al juzgado, el gobierno aragonés hace un cronograma estimado de los trabajos que debe llevar a cabo el MNAC para cumplir con la sentencia y calcula que se necesitan siete meses para hacer efectivo el retorno. El ejecutivo reclama, además, que se imponga una multa de 5.000 euros diarios en caso de que se incumplan los hitos semanales que propone, así como advertir al director del MNAC y al presidente del patronato que pueden incurrir en un delito de desobediencia si no cumplen con los plazos. También ha trasladado un informe sobre la idoneidad de las condiciones estructurales y ambientales del monasterio de Sixena para acoger los murales y reclama cerrar las salas del MNAC donde se exponen para que sus técnicos puedan trabajar. 

El retorno de 43 fragmentos del Monasterio de Sixena

La sentencia del Supremo, que ratifica las dictadas por la Audiencia Provincial de Huesca y del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Huesca, determina que el MNAC debe devolver los 35 fragmentos de pinturas murales de la Sala Capitular del Monasterio de Sixena y los ocho fragmentos de pinturas profanas. En total, 43 fragmentos que se exponen en las salas 16 y 17 del museo catalán. En su escrito, el MNAC hace una diferencia muy clara entre las dos tipologías de fragmentos. Así, los servicios técnicos del museo ven muy complicado trasladar las pinturas murales, pero, en cambio, consideran que los riesgos de devolver las pinturas profanas son “inferiores” y estudian su traslado de “forma separada”.

“Comunican la incapacidad técnica de llevar a cabo esta operación en el plazo establecido por la ley de enjuiciamiento civil ni tampoco técnicamente” y “la imposibilidad de realizar el traslado de las pinturas murales para restituir la Sala Capitular del Real Monasterio de Sixena sin ponerlas en riesgo”, dice el incidente de ejecución presentado por el MNAC el pasado lunes. En cuanto a las pinturas profanas, el museo asegura que “sus características y estado de conservación, desde un punto de vista estrictamente técnico, son diferentes: no sufrieron las consecuencias del incendio, no requieren un tratamiento previo de consolidación y todas ellas se encuentran sobre un soporte rígido y plano”.

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